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Al ser humillada frente a los invitados que vinieron a felicitarla por su cumpleaños, Ran Yue casi explota en ese mismo momento. Sin embargo, no podía hacerlo porque sabía que estos gemelos que se parecían exactamente igual pero tenían géneros completamente diferentes no se echarían atrás tampoco. En el momento en que intentó replicar y contender verbalmente contra ellos, le escupirían unas cuantas palabras venenosas más que la harían rendirse.
Ran Yue sufrió varias veces bajo estos gemelos ¡y nunca había ganado ni una sola vez!
—Xueyi, ¿no vas a detenerlos al menos? ¡Solo te escuchan a ti! Deja de consentirlos, mira lo ridículos y maleducados que son ahora por tu culpa! —Como Ran Yue no podía responderles a los dos, solo podía recurrir a Ran Xueyi y dejar que ella asumiera la culpa.
Ran Xueyi se quedó allí con diversión llenando sus ojos. Ran Yue parecía olvidar de vez en cuando que ya no podía decirle lo que quisiera y exigirle cosas.