Chapter 3: [+18] MI PRIMERA MILF, SARA BELLUM
ADVERTENCIA/ DISCLAIMER
ESTA ES UNA OBRA DE FICION Y SE PIDE QUE SEA TRATADA COMO TAL. RECUERDEN EL PROTAGONISTA ES UN DEGENERADO SEÑOR DEL MAL .
RECUERS QUE EL FANFIC ES +18 Y SE TE ADVERTIO.
A FURURO , ESTE FIC CONTIENE VIOLACION,NETORI,BDSMF Y DEMAS DEPRAVACIÓN QUE IMAGINAES.
RECUERDA... EL PROTAGONISTA NO ES DE LOS BUENOS, EL ES EL MAL Y EL MAL NO TIENE MORAL .
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Después de unas horas intensas, finalmente logré hacer mías a las tres super perras. Allí estaban, durmiendo en la cama, sudorosas y cubiertas con mi semen. Solo necesitaba una sobrecarga de placer y dolor para quebrar su voluntad, y ahora eran completamente leales a mí. La satisfacción de haberlas sometido me llenó de un poder renovado y mas puntos de villano, ¡JA! Como si los necesitará.
Con ellas bajo mi mando, sabía que estaba listo para avanzar hacia mi próximo objetivo: la sexy y mejorada Sara Bellum. La había dejado en la cápsula de mejora durante el tiempo necesario, y según mis cálculos, solo le faltaban unos minutos para salir. La anticipación crecía en mí; quería ver cómo había cambiado.
Salí de la habitación, sintiendo el eco de mis pasos resonar en los pasillos pulcros de mi fortaleza. Cada esquina estaba impregnada de mi poder, y cada esbirro que encontraba se apartaba a mi paso con respeto y temor. No había duda: este lugar era mío.
Al llegar a la sala de mejora, vi la cápsula iluminada con un resplandor brillante. El zumbido del equipo llenaba el aire mientras esperaba ansiosamente a que se abriera. Finalmente, las luces comenzaron a parpadear y la puerta se deslizó hacia un lado.
Sara Bellum emergió lentamente, su figura ahora más impresionante que nunca. Su cabello pelirrojo brillaba con un nuevo fulgor, y su cuerpo parecía estar envuelto en una aura poderosa. Los cambios eran evidentes; no solo era hermosa, sino que también irradiaba fuerza y confianza.
"Bienvenida al nuevo mundo", dije con una sonrisa maliciosa mientras me acercaba a ella. "Eres aún más perfecta de lo que imaginé."
Ella me miró con una mezcla de confusión y obediencia, pero sabía que pronto caería bajo mi influencia como los demás. Con un simple gesto, activé el pequeño echizo de lavado mental que había preparado para asegurar su lealtad.
"Ahora eres parte de algo mucho más grande sara", continué mientras el echizo emitía una luz suave alrededor de ella. "Te he mejorado para que seas una guerrera formidable a mi lado."
Mientras hablaba, podía ver cómo sus ojos comenzaban a cambiar; la resistencia se desvanecía lentamente ante el poder que le ofrecía. Era cuestión de tiempo antes de que aceptara su nuevo papel como mi aliada.
"Prepárate para servir", le susurré al oído mientras sentía cómo su voluntad comenzaba a ceder. "Eres mi puta y aras lo que pida."
Con Sara Bellum ahora bajo mi control y mis otras tres sirvientas listas para seguir mis órdenes la diversión apenas comenzaba…
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(Inicio de mensaje ):Debido a -_- cosas, tengo que pone una ⚠️ advertencia ⚠️. En fin niños aquí follan... en serio?... vallanse a la mierda, por que esas mirdesillas lloronas se meten en contenido +18, vallanse ala a ^#^@&&!**@*@@**@(fin del mensaje)
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Máximo miró su cuerpo nuevamente; este sufrió una metamorfosis cautivadora. Con una impresionante estatura de 1,90 metros, posee una figura de reloj de arena que cautiva y seduce, su piel brillando con humedad, lacio cabello rojo fuego. Sus piernas, muslos gruesos y caderas anchas enmarcan una jugosa vagina rosada y un trasero de melocotón que contrasta con sus firmes y erectos pechos de copa F, adornados con pezones rosados que anhelan atención. Sus fuertes brazos y su exquisito rostro completan la imagen de una mujer pecaminosa, lista para rendirse a los placeres carnales.
Máximo, dominante, le susurra seductoramente: "Ven, mi pequeña secretaria". "Tomémonos un descanso en la sala". Le indicó el camino hacia un sofá en la sala de descanso y Sarah se encamino hacia el lugar descrito. Sus caderas balanceándose seductoramente, exhibiendo su tentador trasero de melocotón. Máximo, ansioso por lo que está por venir tras saborear la vista, se reclinó en el sofá, sus ojos recorriendo su cuerpo de Sarah con deseo.
Esta misma, con un deseo más desenfrenado, comienzo a desvestir a Máximo, sus dedos diestros quitándole los pantalones, revelando su duro y listo pene, ya palpitante de sus conquistas anteriores y dejándole olfatear el almizcle de los jugos de las chicas y el semen residual de su amo. "Oh, amo, estás tan ansiosa", maúlla, su voz seductora y llena de sumisión tras olerlo, sus ojos dilatados por sus nuevos instintos.
Máximo, su voz ronca de deseo, responde: "He estado pensando en ti todo el día, Sarah. "Tu boca, tu coño, lo quiero todo". Sarah, abrumada por el deseo, se arrodilla ante él, tomando su pene en su garganta, sus llenos labios envolviendo su eje y saboreando el almizcle. "Oh, sí, Sarah, chúpamelo, tómalo todo", Máximo gimotea, mientras Sarah con su mano pellizca uno de sus pezones, enviando chispas de placer a través de su mejorado cuerpo.
Sarah, con un apetito voraz, lo chupa profundamente, su garganta vibrando alrededor de su longitud, sus gemidos ahogados por el pene de su amo.
Máximo, temblando de deseo, empuja su pene profundo en su garganta; su calidez y los espasmos hacían que su columna sintiera esas chispas. Los labios rojos con los restos de labial marcaron su circunferencia mientras hacían un bacio que lo estremecía y, sin resistencia suficiente, soltó su control. Llenó su boca con su caliente y cremosa semilla. "Oh, sí, tómalo todo, puta. "Trágalo, siente mi poder", gruñe, a Sara que tenía su otra mano explorando sus húmedas hendiduras, estimulando su clítoris con sus dedos mientras engullía y tragaba la semilla de su amo.
Sarah, en respuesta a su mando, llega al clímax alrededor de su pene, su garganta contrayéndose y ahogándola placenteramente, su cuerpo temblando de placer mientras un tras otro chorro de sus jugos salía de su coño. Máximo, presenciando su orgasmo, está encantado por su crudo deseo, su dominio sobre su cuerpo evidente en su sumisión. Mientras recuperan el aliento, el aroma de sus mezclados jugos y el calor de su pasión llenan la habitación, un testimonio de su insaciable lujuria.
Tomándola de sus caderas, Maximus la tiró hacia atrás sobre el sofá; no pudo resistirse a la tentación de su expuesta y palpitante vagina. Se posicionó entre sus temblorosos muslos, sus ojos fijos en los brillantes pliegues rosados, una visión que encendió su deseo.
"Ahora eres mía, esa una puta de asistente que llenaré a diario ", susurró Maximus, su aliento caliente contra la oreja de Sarha. "Y tengo la intención de probar cada parte de ti."
Con eso, se inclinó hacia adelante, su lengua saliendo para rastrear los labios exteriores de su vagina, desde el sensible clítoris hasta la entrada de su cálida y húmeda cueva. El aliento de Sarha se cortó, su cuerpo arqueándose involuntariamente mientras sentía la lengua del demonio, áspera y exigente, explorando sus partes más íntimas.
"Ah... Maestro... Yo... "No puedo... aguantarlo..." jadeó Sarha, su voz una mezcla de placer y malestar. "Tu lengua... es... es demasiado..."
Maximus no hizo caso a sus palabras, con su enfoque totalmente en la tarea a mano. Lamió sus pliegues, su lengua insistentemente empujando hacia adentro, invadiendo su santuario interior. El cuerpo de Sarha temblaba, sus gemidos convirtiéndose en gritos desesperados mientras sentía la lengua de su amo, un arma poderosa, estimulando sus zonas más sensibles.
"Oh... Dios...es... tan... bien...mmmmhmm~", logró decir entre jadeos, sus manos agarrando los cojines del sofá con fuerza como si se anclara a sí misma contra las olas de placer.
Maximus, sintiendo su clímax creciente, se alejó ligeramente, su lengua ahora provocando su clítoris, haciendo que Sarha se retorciera y suplicara.
"Por favor... Maestro... no pares... "Necesito... más...", suplicó, sus palabras una mezcla de lujuria y desesperación.
Con una sonrisa diabólica, Maximus obedeció, su lengua ahora hundiéndose profundamente en su vagina, explorando su calor, probando su esencia y conduciendo a Sarha al borde del éxtasis.
"Ahhhhh... Yo... Yo vengo... Maestro... "Tu lengua... tan adentro...yo... me vengooooooo", gritó Sarha, su cuerpo convulsionándose mientras experimentaba un poderoso orgasmo, sus jugos fluyendo libremente, un testimonio de su rendición.
Maximus, satisfecho con su reacción, se alejó, sus ojos brillando con triunfo mientras bebía los jugos dulces de su sirvienta hasta saciarse. "Estás aprendiendo, mi mascota. Tu cuerpo traiciona tus palabras. "Ahora, recuerda esta sensación".
Sarha, sin aliento y confusión, solo pudo asentir, sus ojos vidriosos por el éxtasis post-orgásmico. Sabía, en lo profundo, que Maximus tenía razón. Su cuerpo anhelaba su toque, su lengua, y ella anhelaba más.
Mientras el demonio se sentaba, una sonrisa satisfecha en su rostro, Sarha sintió una mezcla de emociones: vergüenza por su falta de control, emoción por lo que vendría y un creciente anhelo por la marca de placer de su amo.
"Sí, Maestro", susurró, su voz ronca por la intensidad. "Yo... "Yo espero con ansias lo que viene".
Maximus rió, un sonido profundo y resonante que llenó la habitación. "Oh, mi querida Sarha, no tienes idea de lo que he planeado. Pero primero follaré este coño.
Maximus, tomando las piernas de Sarha, la sentó sobre su firme miembro y comenzó a besarla con dominación, reclamando su sumisión. Sarha, la mujer convertida en amazona, gemía de placer al sentir la posesión de su macho, su hombre, su amo, quien la derretía en un éxtasis de lujuria al reclamar sus labios y lengua.
"¿Quién eres, mi querida perra?", susurró Maximus en su oído, su voz ronca y llena de deseo.
Sarha, en un estado de sumisión total, respondió entre gemidos: "Soy una secretaria puta, lista para servirte y complacerte, mi amo. "Cada día, deseo que tu polla entre en mí y me llene".
Con una sonrisa de satisfacción, Maximus agarró el firme y suave culo de Sarha, la levantó, exponiendo su húmeda entrada, y con un golpe firme y profundo, penetró su útero.
Sarha emitió un grito de éxtasis, su cuerpo convulsionándose mientras un chorro de sus jugos salía de su vagina, cubriendo tanto a ella como a Maximus.
Con un firme agarre en su culo, la levantó y bajó, penetrando su húmedo coño con fuerza, mientras Sarha gemía sin control, disfrutando de la intensa estimulación.
"¡Oh, sí, márcame como tuya! "¡Lléname con tu semilla!" gritaba Sarha, su voz llena de pasión.
Maximus, con dominio, la penetraba con fuerza, sus manos agarrando y estrujando su culo, mientras su lengua exploraba sus enormes pechos, chupando y modificando sus pezones sensibles, dándole placenteros espasmos.
Sarha, perdiendo el control, gimió alto, su mente en blanco mientras un mundo de placer la inundaba. Su lengua salió de su boca, sus ojos se pusieron en blanco y un orgasmo poderoso la consumió al sentir como Maximus la llenaba, su semilla caliente y espesa entrando en su útero, reclamándola como suya.
Sarha volvió en sí con un grito de placer, mientras Maximus se retiraba su polla y dejaba salir su semen alojado en su interior y dejándola con una sensación de vacío. La mujer se recostó en el sofá, su suave trasero levantado y expuesto para abrirlo con sus manos, invitándolo a más placer.
Maximus, con una sonrisa traviesa, inició y la penetró nuevamente; con una sonrisa divertida empezó a repetir una pregunta mientras le daba nalgadas a Sarha, cada golpe provocando gemidos y respuestas de ella.
"¿Quién soy, perra?", preguntó Maximus con cada nalgada.
"¡Mi amo!" gritó Sarha la primera vez.
"¡Mi dueño!" exclamó la segunda.
"¡El mejor hombre de todos !", respondió con pasión la tercera vez.
"¡Mi macho!" gritó Sarha la cuarta vez.
Entonces, Maximus tomó sus pechos, pellizcando y estrujando sus pezones, mientras aumentaba la intensidad de sus empujes, reclamando nuevamente su cuerpo y penetrando su útero con pasión.
Sarha gimió alto, su cuerpo convulsionándose al sentir la posesión de su amo, y con un grito final de éxtasis, ambos se abandonaron al placer, tendidos en el sofá, llenos de sus fluidos, exhaustos y satisfechos.
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