—Papi, esta gente que vino de otro lugar se está volviendo cada vez más absurda. Hemos estado observando ese árbol tifón en la Montaña del Viento Aullador durante 30 años. Hace sólo dos días dio fruto, y esa gente se robó la mitad —dijo un joven agitado a un hombre que llevaba un paño blanco en la cabeza.
—Sí.
El hombre del paño blanco entrecerró los ojos, cayendo en silencio. Su fuerte estatura le hacía parecer un leopardo feroz.
—Papá, ¿vamos a…?
—Shh. —Gu Zha puso su dedo índice en los labios de su hijo, agitando ligeramente su cabeza.— Habla con cautela, actúa con cautela.
—¡Papá! Los tíos de la tribu sólo te escuchan a ti. ¡Ese nuevo rey está usando los recursos de nuestra tribu para desarrollar sus propias tribus como un montón de sanguijuelas!
—Gu Duo, debes controlar tu temperamento.
Gu Zha agitó su cabeza, quedándose en silencio mientras miraba por la ventana.
—Papi...