—¡Madre! No engañas a nadie en la familia con tu actuación. Sabes que los doctores ya han rechazado confabularse contigo. Ya te lo he pedido. ¡Esto necesita detenerse ahora mismo! Ya hice los arreglos. Te vas esta noche.
—No sé de qué estás hablando Alex. Realmente estoy en mucho dolor. ¿Qué te ha dicho el doctor? ¿Es mi corazón otra vez? —preguntó la Reina Rosalinda con débil voz
Alexander suspiró al ver a su madre en una actuación digna de un premio y negó con la cabeza—. Su madre debería haberse dedicado a la actuación.
—Deja a un lado la actuación, madre. No hay nada malo con tu corazón. Los doctores piensan que está perfectamente bien. Si estás con dolor, a lo mucho es por tu estómago. Así que, prepárate.