—¿Mamá? ¿Qué haces aquí? —Los ojos de su madre ardían de furia mientras se acercaba—. ¿Qué hago aquí? ¿Y tú qué haces aquí, Lily? —escupió, su voz elevándose, llena de acusación.
—Lily se estremeció, su mente buscando frenéticamente una explicación, pero las palabras parecían atrapadas en su garganta. Abrió la boca, intentando dar sentido a la situación, pero todo lo que logró fue tartamudear:
— Yo... yo no estaba haciendo nada malo…
—Su madre soltó una burla, su expresión llena de incredulidad—. ¿No haciendo nada malo? ¿Es eso lo que me estás diciendo ahora? —Se acercó más, su voz bajando peligrosamente—. ¿Qué dijiste cuando nos dejaste, Lily? ¿Que estabas cansada de vivir en la sombra de Jasmine? ¿Que aunque Jasmine ya no estuviera, deseábamos que hubieras sido tú? ¿Que estabas harta de ser su reemplazo?