"Mientras Sunny se acercaba lentamente a la bodega principal, sintió que la duda se adentraba en su mente.
—¿Qué estaba haciendo realmente?
Un combate entre dos Santos no era lugar para un Despierto, no importa cuán poderoso se hubiera vuelto después de absorber miles de fragmentos de sombra y formar el cuarto núcleo. La brecha de poder entre Sunny y Solvane era simplemente demasiado grande... se había enfrentado a ella dos veces en el pasado, y cada vez, la Dama de Guerra lo aplastó sin siquiera poner esfuerzo en sus ataques.
El amargo sabor de esas derrotas aún perduraba en su boca.
...Especialmente el de la segunda, cuando observó impotente cómo ella masacraba a Elyas frente a sus ojos.
Cuando recordaba aquel vil día, sus pupilas se estrechaban. Una abrumadora sensación de odio y ira inundó su mente, tan abrasadora y consumidora que Sunny quedó momentáneamente aturdido por la intensidad de la misma.