Como era de esperarse, el Abraham Kepler parte puntualmente a la mañana siguiente, en una misión para retornar a los veteranos soldados. Hay todo un mes por delante, así que Max decide tomarse un tiempo para relajarse y conocer cómo se hacen las cosas habitualmente en las demás Unidades de Tácticas Especiales. Sin embargo, descubre que no queda ninguna a bordo.