La alta figura de Yu Yuehan estaba en la entrada de la puerta.
Su gabardina, que le llegaba hasta los tobillos, se agitó cuando el viento sopló contra esta, haciéndolo lucir aún más helado de lo habitual.
Los contornos de su rostro parecían esculpidos por un cuchillo y sus rasgos perfectos eran cautivadores.
¡Estaba simplemente parado allí, pero su presencia se sentía abrumadora, como si él fuese el centro del universo!
¡Nian Xiaomu se sorprendió!
Levantando la cabeza y mirando al caballero que la observaba fijamente, ¡la mente de Nian Xiaomu se quedó en blanco!
Ella no había pensado en cómo explicarle a Yu Yuehan que ella era la madre biológica de su hija. No obstante, la había sorprendido a ella persuadiendo a su hija para que la llamara mami...
¡Esto era horrible!
—¡Papi!
Cuando Xiao Liuliu vio a Yu Yuehan entrando desde afuera, ella saltó inmediatamente desde la mesa de café y se lanzó hacia él.