Tener un gallinero sobre su carro tenía un propósito mayor que la mera comedia estética. Era una distracción obvia tener un ser vivo pegado a su propia cabeza. Pero más que eso, el gallinero arruinaba completamente la aerodinámica del ya de por sí menos que estelar diseño del carro y también le añadía algo de peso.
Aunque la penalización no era permanente, considerando que Lex no iba primero, y que había una competencia dura a su alrededor, esto... exasperaba su situación.
Lex se crispó ante su propio juego de palabras, pero rápidamente desvió su atención de nuevo al asunto en cuestión. Gerard iba en la delantera, como se esperaba, pero había sido ralentizado por un arado que estaba unido a su carro. Él también había sido víctima del power up de alguien, y probablemente de más de uno durante el transcurso de la carrera o de lo contrario ya la habría terminado.