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Desde que la conoció, parece que ella siempre ha estado influyendo en su estado de ánimo.
Esta joven es la única persona capaz de afectarlo de esta manera.
¿Cómo puede Dongfang Yu permitirle ser tan caprichosa?
¡Si él está molesto, entonces todos estarán molestos también!
—¡Cámbiate la ropa! —exigió con fuerza—. Independientemente de lo que estés pensando, ¡debes cambiarte la ropa!
Hai Xiaotang se enfadó:
— ¿Estás enfermo o qué? ¡Dije que no me cambiaré!
—¡Cámbiate!
—¡No! —Hai Xiaotang desafió con la mirada, su expresión decía que preferiría morir antes que cambiarse.
Los ojos de Dongfang Yu se oscurecieron:
— ¿Y si insisto en que te cambies?
—¿Con qué autoridad? —Hai Xiaotang se burló—. Te advierto de nuevo, suéltame. ¡Si no me sueltas, no seré cortés!
Dongfang Yu se rió.
Es solo una niña. No es tan alta como él, no es tan fuerte, ciertamente no es tan poderosa, y ciertamente no es tan capaz. Realmente quería ver, ¿cómo se atrevería a ser descortés con él?