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Antes de que el avión despegara, Hai Xiaotang ya había revisado las noticias.
Actualmente, la situación para Dongfang era muy mala, con los medios informando ampliamente sobre la encarcelación de Dongfang Yu.
La reputación y credibilidad de Dongfang están ahora seriamente afectadas.
Y parece que solo empeorará...
Sin embargo, Dongfang Yu todavía parecía indiferente al respecto.
Al verlo así, Hai Xiaotang se sintió frustrada y preguntó:
—¿No estás preocupado?
Dongfang Yu la acercó a su cuerpo, cerró los ojos y dijo:
—¿Preocupado por qué? No hay nada de qué preocuparse.
—Pero la situación es muy grave ahora...
—Bueno, no es como si el cielo fuera a caerse.
Hai Xiaotang se quedó sin palabras de la ira, pensando: «He aquí un eunuco incluso más ansioso que el Emperador mismo».
Apoyada en su pecho, ella expresó sus preocupaciones:
—Has trabajado tan duro para llegar a donde estás hoy. Sería desgarrador si todo se viniera abajo.