—Como si percibiera sus pensamientos, Dongfang Yu de repente le dio un beso punitivo en los labios, con fuerza. Hai Xiaotang instintivamente quería sentir vergüenza, pero se contuvo. Viendo que se atrevía a estar enfadada pero no a hablar, Dongfang Yu lo encontraba humorísticamente fascinante, aunque también un poco triste. Quería decirle que no tenía que resistirse a él. Nunca volvería a hacerle daño en el futuro... Pero esas palabras no podían salir, solo se transformaban en otro beso. Un beso tierno y afectuoso... Después de que Dongfang Yu se marchara, Hai Xiaotang retomó sus estudios. Rápidamente descartó todas las distracciones, concentrándose únicamente en sus libros. Hai Xiaotang planeaba familiarizarse con todas las lecciones que había perdido ese día para poder ponerse al día en clase al día siguiente. Mientras ella estudiaba intensamente, Dongfang Yu estaba en el estudio recibiendo una llamada de He Meilian.