Hai Xiaotang arrancó su mano bruscamente de su agarre, sin querer pronunciar ni una sola palabra, e inmediatamente buscó distanciarse de él.
—¡Puedo llevarte a ver a Abuelo! —Dongfang Yu anunció abruptamente.
Hai Xiaotang detuvo bruscamente su partida, se volteó y dijo:
—¿Qué dijiste?
—Puedo llevarte a verlo —él replicó con una pesada repetición.
—¿Dónde está Abuelo? ¿Cómo está? —Hai Xiaotang preguntó apresuradamente.
Dongfang Yu respondió de manera enigmática:
—Si quieres saber, sube al auto. Te llevaré.
—¡No hace falta! —Hai Xiaotang rechazó bruscamente su oferta—. Simplemente dime dónde está, iré yo misma.
—Sin que yo te lleve, no podrás verlo —Dongfang Yu terminó la conversación abriendo la puerta del auto para ella, esperando que subiera.
Hai Xiaotang no quería estar a solas con él, pero su deseo de ver a su abuelo la dejó sin otra opción que ceder.
Sin embargo, su actitud hacia él se mantuvo fría durante todo el viaje, negándose a pronunciar palabra alguna hacia él.