—¡Ya se les ha notificado, nuestros inspectores llegarán pronto! —respondió apresuradamente el encargado.
Dongfang Yu apretó los labios, su alta figura desprendía una presencia autoritaria e imponente.
Dirigió su aguda mirada hacia los edificios frente a él y caminó con paso decidido hacia uno de ellos.
Un grupo de personas le siguió apresuradamente...
Sin embargo, al entrar, oyeron un sonido de goteo.
En la casa sin renovar, el agua se filtraba por todos lados del techo.
El suelo también estaba inundado, y un desagradable olor a humedad inundaba el aire.
—¿Cómo pueden ser tan graves las cosas? —Hai Xiaotang miró la casa en ruinas, completamente impactada.
Creyó que era solo una simple fuga, pero no había esperado... ¡el edificio estaba prácticamente en ruinas!
—Sí, tampoco esperábamos que fuera tan grave. Todos nos llevamos un gran susto cuando lo vimos por primera vez... —dijo ansioso el encargado.