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—¡Bofetada! —Una bofetada aguda golpeó repentinamente el rostro de Lin Xinxin.
¡Todos quedaron atónitos!
No esperaban que Hai Xiaotang hiciera un movimiento de repente.
¡Y no mostró piedad, pegó con tanta fuerza!
Lin Xinxin también se quedó sorprendida, miró a Hai Xiaotang con incredulidad, sin entender qué había pasado.
Dongfang Yu volvió instantáneamente a la realidad, agarró la muñeca de Hai Xiaotang—. ¿¡Qué estás haciendo?!
La mirada de Hai Xiaotang era aguda, se sacudió su mano y soltó una burla—. Estoy abofeteando a alguien, ¿¡no lo ves?!
Los ojos de Lin Xinxin comenzaron a enrojecerse en el acto, las lágrimas giraban obstinadamente en ellos—. Señora, ¿por qué hace esto? ¿Qué, qué he hecho mal?
—¡Hai Xiaotang, por qué golpeas a alguien sin razón alguna?! —preguntó Dongfang Yu con un ceño de desagrado.
Los demás la miraron sorprendidos, sin entender qué le pasaba.