—Papá, mamá, un placer verlos. —Como Hai Xiaotang aún no se había divorciado oficialmente de Dongfang Yu, no tenía más remedio que seguir dirigiéndose a ellos como antes.
Pero su tono cortés ya revelaba su verdadera intención de querer un divorcio.
A He Meilian no le importaba en absoluto, charlaba afectuosamente con ella, preguntándole esto y aquello.
Dongfang Zujie era alto e imponente, y aunque ahora era mayor, aún era muy apuesto.
Dongfang Yu se parecía a él, tanto padre como hijo tenían las narices especialmente altas.
—He oído que has estado haciendo algo de trabajo de diseño en la empresa últimamente —Dongfang Zujie preguntó de repente.
Hai Xiaotang siempre sentía un sentido de reverencia cuando se enfrentaba a su suegro —Sí, pero solo estoy involucrada en un proyecto.
—El trabajo de la última oferta de Nueva York, ¿también fue tu diseño?
—No enteramente.