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Desde el exterior, no podían ver nada dentro, pero después de entrar, la niebla negra parecía haberse vuelto mucho más transparente, permitiéndoles ver a varios cientos de metros de distancia.
El valle estaba desolado y silencioso, sin vitalidad. En el interior solo crecía algo de hierba escasa y marchita. El resto eran todas piedras.
Mientras caminaba un poco, Lin Yun todavía no había encontrado algo valioso, pero su expresión no era buena.
Cuanto más avanzaba, mayor era el poder de la niebla venenosa y mayor su toxicidad. Apenas podía resistirla, pero claramente hubo una reacción en su escudo. La niebla venenosa era como un enjambre de hormigas sedientas de sangre que intentaban locamente infiltrarse en su escudo.
La piel de Xiuban ya estaba roja como un camarón cocido, y su cuerpo emitía calor continuamente mientras resistía las formidables toxinas.
Lin Yun se sorprendió por la increíble demostración de fuerza de Xiuban.