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—Bai Xifeng apartó la mirada. Ignoró a Xiao Li.
—Si Maestro y el Joven Maestro Tingfeng se enteran de esto, ¿qué crees que harán al respecto? —Xiao Li lanzó la pregunta.
—Bai Xifeng rápidamente volvió su atención hacia Xiao Li.
—No se lo digas a ellos, especialmente a mi hermano —dijo Bai Xifeng.
—Entonces, ¿admites que fuiste al burdel? —Xiao Li preguntó nuevamente.
—Sí —esta vez, Bai Xifeng lo admitió fácilmente.
—Señorita Joven, eres una chica. ¿Qué pasaría si alguien descubriera que eres una chica? Estarías en completo peligro —Xiao Li le recordó a Bai Xifeng sobre el peligro.
—Bai Xifeng levantó la barbilla.
—Xiao Li, no necesitas preocuparte por eso. Mi disfraz es perfecto. Nadie lo sabría a menos que yo misma lo revelara.
—Señorita Joven, aún así debes tener cuidado con este asunto —suspiró Xiao Li.
—Está bien... está bien... Entiendo —dijo Bai Xifeng—. Ah, por cierto, ¿cómo está el Anciano Su?
—Bai Xifeng recordó que Su Jinhai se estaba quedando con ellos.