Emily nunca habría pensado que el hombre que le había dejado una profunda impresión en el vagón GL8 aquella noche loca en la Tierra estaba durmiendo a su lado en ese momento. Por alguna razón, Emily se sentía segura en los brazos de Alba. Por eso, se durmió de inmediato.
Pasó más de una hora.
Crujido.
Hubo un ligero movimiento en la habitación.
En la habitación a oscuras, Jordan abrió de inmediato los ojos y se puso alerta. Escuchó atentamente y sintió una ráfaga de viento que soplaba desde fuera.
—La puerta se movió.
A Jordan le dio un vuelco el corazón. Se dio cuenta de que alguien podría haberse colado.