Hay miles de mujeres hermosas en este mundo; la ropa y el maquillaje son la clave para eclipsar a las demás.
Cada mujer tiene un estilo que le va mejor. Por ejemplo, Hailey puede ser una mujer vil que además era una adúltera crónica, pero los trajes puros e inocentes eran el estilo de moda que mejor le sentaba.
Su bonita cara era una entre un millón y podía poner una expresión inocente para engatusar y engañar a su novio en cualquier momento y lugar. Por lo tanto, era adecuada para ese estilo. Si llevara ropa sexy, como vestidos ajustados a la piel o ropa de encaje, seguro no llevaría a cabo sus planes.
Por otro lado, Victoria era una mujer madura a la que no le sentaría bien una ropa tan pura e inocente. Si se vistiera con un estilo preppy chic, sabotearía su aspecto. Sólo vistiendo ropa de negocios profesional se acentuaba su aura de directora general dominante. Era lo que le iba a la perfección.