—Por mi parte, cumpliré tu demanda si me dejas ver tus entrenamientos y enfrenamientos de ahora en adelante—hablo Orelia. Entro a la conversación con una sonrisa y envió una mirada juguetona al confundido Héroe.—Ya sea un simple calentamiento, exploración en mazmorras o un combate a muerte u final, estaré presente para ver tu camino.
Elías alzo las cejas extrañado por la petición de Orelia. De las diversas solicitudes que podía haber solicitado, como recibir un combate futuro a plena capacidad o tener breves encuentros cada día, mantenerse al margen y aguardar muy a futuro no estaba dentro de ellas. Un movimiento muy alejado de la impresión inicial.
"Esta chica será problemática de entender. Hace unos minutos quería enfrentarse a mi, ahora esa chispa cambio hacia entender mi estilo de vida. ¿Que es lo que busca realmente?" analizo.
Mientras el Héroe se preparaba para responder, Faram y Vanet arrojaban miradas de sorpresa a Orelia. Y no eran los únicos, los Chameleon ocultos no pudieron evitar ver a la chica, que pocas veces muestra genuino interés en algo, con ojos abiertos y miradas impactadas. Mostrar tan abiertamente su interés en el estilo de vida del Héroe era una actitud nunca antes vista, y no tenían idea sobre como actuaria de ahora en adelante.
—¿Solo eso? ¿No vas a querer un combate como lo deseaste en un inicio? Sí todavía esta en tu mente, podemos planificarlo a las semanas de vivir aquí.
—No, estoy conforme con mi petición. Pero como lo propones, guardare ese combate para un futuro—contesto con una sonrisa.—Ojala que tu propuesta no sea un truco para saber mis intenciones y no pienses cumplirla. Seria muy malo que juegues con mis emociones.
—...Eres mas una Kitsune que una Chameleon, ¿lo sabias?—comento con un suspiro. La chica había jugado con él y obtuvo dos peticiones obligatorias. Debía mantenerse mas alerta para recuperar el terreno perdido y no caer en las trampas de la chica.—Por mi esta bien. Mientras no te comportes como una fanática, todo bien.
—¿Que tipo de acción te hizo pensar que soy como esa gente?—pregunto molesta.—La mayoría de ellos son individuos que olvidan su propia ser y se obsesionan con alguien 'perfecto'. Prefiero ser catalogada como una manipuladora obsesiva antes que una fanática.
—Como si hubiera mucha diferencia.
—¡Si la hay!—exclamo molesta. La sola idea de ser puesta al mismo nivel que las fanáticas por Elías provoca un asco hacia su persona.—Las fanáticas se dedican a glorificar al objeto de su fanatismo con una demencia digna de superar a los maniáticos del entrenamiento. Para que sepas...
Todos los Chameleon veían el enojo de su compañera con un poco de burla y diversión. La chica siempre había demostrado tener el control de la conversación y nunca haber perdido la paciencia. Verla actuar de ese modo, provoco un sentimiento gratificante y de justicia a sus almas atormentadas por Orelia.
—...Y esa es la principal razón de nuestras diferencias. ¿Entendiste?
—Si eso significa que no me relataras todo el texto de una biblioteca, hare como si entendí.
—Es un comienzo—sonrió Orelia. Consiguió poco avance en el entendimiento de Elías, pero tenia mucho tiempo para hacerlo entrar en razón.—Cuando tengas tiempo, visita la biblioteca de Casandra. Ella tienen unos libros muy explicativos sobre los actos mas atroces de fanáticas. Con ellos entenderás mi punto, ¿de acuerdo?
—¿Esa biblioteca tiene historias de la isla e información importante de las mazmorras?
—Si, tiene lo que buscas. Bueno, un treinta porciento de historias de la isla y toda la información de las mazmorras en un ratio de cincuenta y dos kilómetros —respondió. Guardo silencio unos segundos y menciono:—Te recomiendo que no vayas a pedir libros referentes a tu búsqueda, no ahora. Casandra e Ignacio, los encargados de la bibliotecas, informaron que la biblioteca sufrió una infestación de devoradores de palabras y esos libros se corrompieron.
—¡Una infestación de devoradores de palabras!¡¿Acaso hay una mazmorra Rango C o superior abajo de su aldea?!—pregunto alarmado.
Los devoradores de la verdad o monstruos de Vrrog son criaturas insectoides semejantes a las termitas y los escarabajos. Viven en mazmorras donde una civilización existió u cayo a manos de una mazmorra y consumen sus conocimientos. Lo terrorífico de estas criaturas, aparte de ser la etapa inicial de las plagas conceptuales, es tener la habilidad de tergiversar las palabras de un texto y hacerlo pasar como original.
Hubo una vez, en una civilización a millones de años luz de Ágaria, dos reinos muy prósperos que dejaron sus diferencias para solucionar la amenaza de una mazmorra mutada corrupta. Ambos reinos llegaron a la conclusión que la victoria se hallaba en la cooperación de todos los países del planeta y enviaron invitaciones para reunirse. No obstante, la visita de un enjambre de devoradores de palabras invirtió el significado y convirtió las cartas pacificas en declaraciones de guerra. No hacia falta decir que ese pequeño cambio debilito a todo mundo y permitió que la mazmorra eliminara a todos y se transformara en una mazmorra mutada apocalíptica de categoría planetaria.
—No, no hay ninguna mazmorra abajo de la aldea. Ese incidente sucedió por un error de paquete, no te preocupes—respondió Vanet. Agarro el libro solicitado por Elías de su sello y lo extendió.—Olvida ese tema y ten. Un trato es un trato. Este es el libro mas actualizado de las mazmorras. Tiene una matriz de rango universal y esta imbuida con conceptualización, si quieres tener esa información antes de devolverla tienes que desactivarlas o copiarlas manualmente.
— Gracias por el dato. Te regresare el libro la siguiente semana. Primero quiero explorar esta aldea y adaptarme a su modo de vida—agradeció. Sonrió un poco por como la chica desestimaba el asunto y guardo el libro en su sello.—Por cierto, si quieren eliminar su problema mas rápido, tengo una magia capaz de restaurar lo perdido.
—Gracias por tu ayuda, pero no es tan grave como Orelia lo hizo creer. Tenemos protocolos para estos casos. Te aseguro que los propietarios de la biblioteca lo tienen todo controlado—comento con normalidad. La cantidad de veces que la aldea había experimentado algún problema fueron tantas, que terminaron por acostumbrarse a los contratiempos.—Por cierto, ¿por que te alteraste? Dudo que alguien de tu calibre resulte perjudicado por uno de estos insectos.
—Tienes razón, no son ninguna amenaza para mi. Ese no es el problema, es la existencia de una mazmorra debajo de la aldea—remarco con seriedad. La existencia de una en tal lugar, independiente de su rango, convertía la zona en alta peligrosidad y tenia la obligación de erradicarla por completo.—A nadie de aquí le puedo decir mis razones, solo deben entender que es una tarea extra que me impuso Génesis. Si les pica la curiosidad, pídanle que les cuente.
—No, gracias. Ella tiene mucho trabajo por hacer. No quiero molestarla y provocar la caída de la aldea—dijo Faram.
—Faram tiene razón, ella esta ocupada con sus labores universales. Interrumpirla en semejante labor no traerá nada bueno—prosiguió Vanet.
—Prefiero averiguarlo al vigilarte. Me preocupa más estar en la vista de la diosa Génesis que tu enigmática labor—termino Orelia.
Elías sudo por la respuesta de las tres y miro el cielo mientras sentía tristeza por la agradable diosa. Estaba al tanto del fanatismo, respeto y temor de los seguidores de Génesis, había vivido parte de ello, mas no esperaba que ellas estuvieran mas temerosas que otra cosa. Y eso que debían tener un nivel muy superior de adoración que los habitantes del continente de Ágaria.