Antes de leer este capítulo debes saber que la inteligencia puede desarrollarse y que no depende de los genes.
La persona inteligente financieramente lo es porque es capaz de hacer distinciones muy refinadas. En su vocabulario incluye palabras tal como: «activo» y «pasivo»,
«ganancias de capital» y «ganancias de renta», «empleado» y «empleador», «inversión» y «ahorro», «interés compuesto» e «inflación compuesta». Y conoce las diferencias que hay entre ellas. Lector, si aún no conoces cómo afectan estos conceptos a tu cuenta corriente tienes tres opciones: a) venir a uno de mis seminarios, b) comprarte varios manuales de economía de divulgación, c) seguir perdiendo dinero.
Otra de estas distinciones es la de «ingreso óptimo» e «ingreso pésimo». Pero ¿hay ingresos pésimos? En cierto modo sí: el ingreso pésimo es el que se produce puntualmente o una sola vez; y el ingreso óptimo es el que se produce periódicamente como un flujo. Veamos un ejemplo: ¿qué preferías cobrar de una sola vez un millón de euros o cobrar 1 céntimo el primer día de mes, 2 céntimos el segundo, 3 céntimos el tercero... ir doblando cada día hasta el día 31 del mes? Una persona sin educación financiera elegiría la primera opción: una cifra puntual. Una persona inteligente financieramente elegiría la segunda opción: un flujo de ingresos crecientes que le reportarían... ¡más de 21 millones de euros! en 31 días. Si no lo crees, haz los números.
Otra distinción inteligente es la de «gasto bueno» x «gasto malo». ¿Gasto bueno?,
¿no eran todos malos? El gasto bueno se paga a si mismo (es una inversión disfrazada de gasto). El gasto malo lo paga quien lo hace y no lo recupera nunca (es un despilfarro disfrazado de necesidad). Te animo a hacer mucho gasto bueno, y muy poco del malo. Te puedes hacer rico si aprendes a gastar bien tu dinero. «Demasiadas personas gastan dinero que no han ganado, para comprar cosas que no desean, para impresionar a personas que les caen mal», Will Rogers.
Amén.
El «gasto malo» es primo hermano del «gasto emocional». ¿Emocional?, sí, aquel que se hace para compensar una insatisfacción. El autoregalo terapéutico. ¿No conoces terapias más baratas? La «shopping-terapia» puede elevar el ánimo, momentáneamente, pero cuando llegas a casa con compras innecesarias te deprimes al darte cuenta de lo que has hecho. «Quien compra lo que no necesita, venderá lo que necesita», proverbio árabe. Y otro proverbio, ignoro su procedencia, afirma que quien compra lo que no necesita se roba a sí mismo. Si la humanidad consiguiera erradicar del planeta la pandemia del «gasto emocional», se ahorrarían trillones de euros al año. Si ese mismo dinero se invirtiera en la creación de micronegocios personales, aumentaría la riqueza y felicidad global.
Hazte estas dos preguntas para eliminar el gasto emocional de tu vida:
1. Gastar dinero en esto ¿me hará más rico o más pobre?
2. ¿Realmente quiero comprarlo o sólo pretendo sentirme mejor? Sigue esta dos reglas antes de hacer un gasto de cualquier clase:
1. Nunca gastes en algo que valga más de 100 euros sin dejar pasar 48 horas para reflexionar sobre la compra.
2. Nunca pagues con tarjeta o a crédito, hazlo siempre en efectivo. Entregar billetes se hace más «incómodo».
La escritora Janet Attwood, la conozco y es sincera, dijo: «Hacer dinero y crear riqueza son habilidades que la mayoría de las personas deben aprender. Tener dinero y riqueza requiere inversión de tiempo y energía para aprender esas aptitudes». Aprendámoslas.
Conozco 12 acciones que incrementarán (desatarán) tu coeficiente de inteligencia financiera. Pon plena atención, vas a conocerlos hábitos de las mentes prósperas.
Pongámonos en marcha con estas acciones inmediatas:
1. Revisa tus creencias sobre el dinero. Escríbelas y luego cuestiónate, una por una, si son verdad o no. En mis cursos siempre formulo esta pregunta: ¿Cuáles están frescas, y cuáles están rancias? Lo sabrás por cómo te sientes con cada una. Si te hace sentir pequeño o te hace sufrir, no es cierta. Te sorprenderá saber cuántas limitaciones medran en la mente. Lo que he aprendido como coach es que todo creemos cosas que simplemente no son ciertas pero lo parecen porque siempre las hemos pensado.
2. Complementa tu nómina con otras fuentes de ingresos. Desarrolla, en paralelo, otras vías para ganarte la vida y gana así la forma de vida que deseas. Al principio es una afición, después se trata de una afición retribuida para pasar a convertirse en una fuente de ingresos. Tal vez, un buen día, se convierta en el corazón de tu negocio. No dispongo de estadísticas, pero sé que muchos buenos negocios han empezado así: poco a poco.
3. Págate primero a ti mismo. Lo que casi todos hacen, a primeros de mes, cuando cobran su salario, es pagar a todo el mundo menos a ellos. ¡Se olvidan de pagarse a sí mismos, que son quienes lo han ganado! Pero si no te pagas a ti primero, ¿quedará algo cuando todos se hayan llevado su bocado? Si pagas a todos menos a ti, entonces trabajas para los demás: tu banco, tus compañías de servicios, tu gobierno, tu casero... Solución: retira automáticamente un 10% de tu sueldo en el momento de recibirlo a una cuenta que te permita reunir la suma que precisas para iniciar tu propio negocio. Y después paga tus cuentas. Siempre en este orden.
4. No te endeudes con alegría. Y si ya tienes deudas, proponte reducir tu deuda actual como objetivo prioritario. Hasta tal punto que dejes pasmado a tu banquero. La deuda te convierte en un «trabajador» del prestamista, es decir de los bancos o las compañías financieras. Paga en efectivo, reduce el uso de tarjetas. Comprar a crédito es en realidad
«hipotecar» tu trabajo futuro. ¿Y tú no querrás eso para ti, verdad?
5. Fíjate objetivos de ingresos crecientes cada año. Por ejemplo, un 10% más. Si eres empleado esto no es posible pero si dispones de fuentes de ingresos variables, podrás presupuestar la cifra que deseas ingresar cada año. Una vez fijada, deberás fijar las acciones que te conduzcan a
conseguirla. Es como empezar la cuenta de resultados por el final: dime cuánto quieres ganar y te diré lo que tienes que vender.
6. Crea diferentes frentes de ingresos pasivos. No vendas todo tu tiempo, invierte parte de él en crear fuentes de ingresos que trabajen para ti. Tus activos. Tus fuentes de ingresos en propiedad. Supongo que entiendes la necesidad de disponer de varias fuentes de ingresos para cubrir la contingencia de que una de ellas se, seque.
7. No entierres tus talentos en un trabajo anodino. Desarróllate en algo que te apasione y pon tu talento al servicio de los demás, y el dinero llegará. Convierte lo que sabes en un servicio, en un negocio, en dinero. Imagina qué puedes ofrecer que, además de hacerte feliz a ti, haga feliz a otras personas y en consecuencia te proporcione flujos de dinero. ��Basta ya de trabajar sólo por dinero!
8. Fórmate financieramente con buenas lecturas. Biografías, cursos de personas que son un ejemplo de inteligencia financiera. Gente que te enseñe «cómo lo hizo», no gente que te explique «cómo le han dicho» o
«cree que se hace». Busca un testimonio real, no teórico. Adicionalmente, fórmate en tu campo profesional (en lo «tuyo»), en tu proceso de mejora continua. Y nada te detendrá.
9. No trates de resolver tus problemas de dinero sólo con dinero. Hazlo con creatividad para que no sean un problema nunca más. Espero que aprendas que los problemas de dinero no se deben a la falta de dinero sino a la ausencia de cierta mentalidad. Tu trabajo está en desarrollar una mentalidad próspera. Como he dicho, el dinero no trae la prosperidad pero la mentalidad próspera trae siempre dinero.
10. Contrata un coach financiero. Un experto que te pedirá más de lo que tú mismo haces. Éste es mi minuto de publicidad, así que voy a aprovecharlo: soy productor de sueños, y en mis cursos aprenderás a pensar sin limitaciones. Si necesitas recibir coaching a distancia, dispongo de varios programas on line (visita mi página web de coaching on line).
11. Piensa en grande. Pasa a tu siguiente nivel. Cuesta lo mismo que pensar en pequeño pero proporciona resultados muy diferentes. Imagina tu ideal de vida para los próximos tres años, traza un plan con fechas, y pasa a la acción sin excusas. Te aseguro que en sólo tres años puedes conseguir más de lo que te imaginas (dar un giro a tu vida). La grandeza no depende del tamaño, es una cualidad interior. No es preciso que crees un negocio grande, pero sí que sea un gran negocio. ¿Ves la diferencia?
12. Empieza en pequeño. Hoy día se pueden crear fuentes de ingresos con muy pocos medios (con un ordenador, una conexión a Internet, un móvil), apenas inversión, desde tu casa, con algunos contactos...y arrancar tu negocio personal en tu tiempo libre. Piensa en grande pero empieza en pequeño.
Doce hábitos que funcionan, pero no me creas: compruébalo por ti mismo.
En resumen, el hábito del máximo logro que más me ha ayudado desde siempre tiene una formulación algo vaga pero es tremendamente eficaz; y es la siguiente: «Hacer lo necesario durante el tiempo necesario». Es mano de santo.