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33.33% EFECTO PIGMALIÓN. / Chapter 1: CAPÍTULO 1.

Chapter 1: CAPÍTULO 1.

I.

「 Cuando los cielos y la tierra no eran más que una leyenda, la verdad de las doce fuerzas nutría el árbol de la vida.

Un ojo de las fuerzas rojas, creó la maldad que cubría el corazón del árbol de la vida, que se secó lentamente.

Pretendiendo salvar el corazón del árbol de la vida, las leyendas deciden dividirse, el árbol de la vida se parte a la mitad y dentro de cada uno hay diferentes tiempos y espacios.

Las doce fuerzas se dividen en dos y se crean dos soles que lucen iguales, en dos mundos semejantes las leyendas se separan, ahora deberán mirar el mismo cielo, sin embargo, pisarán distintas tierras.

El día que estas tierras generen un fallo y antes de que los dos mundos bajo el cielo parezcan uno, las leyendas se encontrarán nuevamente.

El día en que las fuerzas rojas consigan ser purificadas y las doce leyendas se reúnan en una sola raíz perfecta...

Un nuevo mundo surgirá. 」

1000 años después.

Manada del este.

Aldea de la Luz.

—Cariño, el compañero destinado del alfa me ha encomendado hornear panecillos de arándanos, creo que fueron de su agrado desde la última vez que le regalé algunos, espero que estos también sean de su agrado. ¿No lo crees? — Hablaba la mujer de cabellera larga y negra atada en una cola, mientras espolvoreaba una módica cantidad de harina sobre la mesa de madera en la cual se encontraba amasando la mezcla de harina, levadura, esencias de arándanos y vainilla, en cuestión de horas el hogar se inundó del olor a pan recién horneado, los cachorros de la manada pronto se vieron reunidos fuera de la propiedad guiados por el dulce olor que llenó sus inexpertas fosas nasales.

—¿Debería ofrecerles un poco de estos panecillos? —

Sooyoung sonreía dulcemente permitiendo a sus mejillas pintarse de color durazno mientras acariciaba su ya crecido vientre de ocho meses, su compañero quien se encontraba a escasos metros, se disponía a ayudarla con las charolas repletas de pan caliente.

—Este pan no es para ustedes mocosos feos. — Habló entonces Sungjae ahogando una risa al ver la decepción en los rostros de los infantes, él era su compañero destinado y padre de aquel cachorro que esperaba gustosamente. —¡Ah! Está bien, tomen uno cada uno y prometan que cuidaran de mi cachorro una vez que nazca. ¿Entendido? —

"¡Si, beta SungJae!" Gritaron los 6 niños reunidos al unísono, mientras comían el panecillo de arándano y se dispersaban dentro del bosque para continuar con sus ya habituales juegos.

Ese día en especial toda la manada se encontraba enérgica. ¡Habría un eclipse lunar! Después de un par de años sin actividad lunar era justo lo que necesitaban, las energías serían renovadas e iniciaría un nuevo ciclo vital en el universo o eso era lo que Yunho el alfa supremo de la manada había comunicado la semana anterior, por lo tanto, se esperaba un gran festejo durante la noche, agitarían sus patas delanteras y aullarían a la madre luna depositando sus esperanzas y deseos en ella.

...Al menos, eso era lo que se esperaba.

「La manera en que lloras, la manera en que sonríes. ¿Sabes cuánto significan para mí? 」

Sooyoung observaba el caer de la noche, el festejo ya daba inicio alrededor de la hoguera, JaeJoon el compañero del alfa supremo había quedado encantado con los bocadillos, ahora solo disfrutaba de la vista mientras acariciaba su protuberante vientre, adoraba sentir los rayos del sol desde la concepción de su hijo, sin embargo, con la luz de la luna se sentía como si estuviera envuelta en una suave sábana de seda, empero, en esa ocasión en particular y desde que la luna hizo su aparición por la tarde, había un atisbo de dolor en la zona lumbar y en la parte inferior de su vientre, sin querer darle importancia lo atribuyó a las actividades que realizó durante el día.

Con el pasar de las horas e ignorando los gritos de alabanza y los aullidos de los cambia forma, el dolor de la mujer iba en ascenso, pequeñas gotas perladas de sudor aparecían en su rostro, de un momento a otro sintió un líquido brillante recorrer entre sus piernas impregnando su vestido, el líquido avanzaba entre las hojas presentes en el suelo y cuando sus ojos se encontraron con el eclipse a punto de comenzar, su sistema nervioso se volvió loco enviando señales eléctricas a través de los mismos en las zonas anatómicas antes mencionadas, justo cuando la súper luna iniciaba a teñirse de rojo debido a la sombra generada por la tierra, la mujer de apariencia sencilla y tierna gritó el nombre de su compañero pues sentía que estaba siendo partida por la mitad.

...

Todos los días estoy muy agradecido de que estés aquí, eres un regalo de los dioses.

Cuando el eclipse lunar total, se alzaba en todo su esplendor, poderoso, llenando los corazones de los cambia forma de dicha y renovando sus energías, drenaba la vida desde el interior de una mujer de piel tersa. Los gritos de dolor eran apaciguados por el ruido de fuera, la mano enrojecida y adolorida de SungJae era el apoyo que aquella bella loba necesitaba para soportar el dolor, oleadas del mismo sentía cada vez que debía pujar con todas sus fuerzas, la partera Sohee se encontraba anonadada al observar unos débiles rayos de luz blanca emanar del interior de su paciente, a través de los dilatados vasos sanguíneos de Sooyoung corría esa misma luz blanca, primero por todo su cuerpo y después se concentraba en el vientre.

Sohee lo comprendió, ordenó vendar los ojos ambos padres y los propios, asistió el doloroso parto a ciegas, valiéndose de su experiencia, la cabaña fue sellada y resguardada por la seguridad de la manada, la luz de la luna entraba furiosa a través de cualquier rendija, cuando el eclipse se encontraba en su punto culminante, un grito certero y desgarrador fue escuchado, la cabaña se iluminó desde el interior con una luz brillante, la más brillante que cualquiera pudiera recordar, parecía una estrella vista desde fuera, el silencio reinó y el eclipse terminó.

El llanto de un pequeño cachorro fue escuchado en la aldea, la vista de algún valiente que se atrevió a husmear por un agujero hacia el interior de la choza, fue arrebatada, el varón lloró con fuerza y la madre se desvaneció presa del agotamiento físico y mental.

Once aldeas más en distintos espacios y tiempos recibieron a cachorros especiales, nevadas, sucesos extraños como el movimiento de los objetos, otro más flotando en el aire, el nacimiento de un cachorro ocasionó un pequeño cráter en la tierra que lo recibió y uno más cuyo nacimiento trajo consigo la vida a flores marchitas y curación a la enfermedad que atacaba los pulmones de su padre.

Una de las aldeas fue arrasada por el fuego dejando como único sobreviviente al pequeño cachorro cuyo llanto no fue escuchado pues las llamas que lo envolvían protectoras ahogaban el sonido y su calor reemplazó el pecho caliente de una madre amorosa, pero el fuego fue incapaz de brindar amor, se convirtió en la vida que nació para la destrucción.

En otra de las aldeas, el agua siendo drenada, formando un riachuelo al lado de la cabaña donde fue recibido aquel niño de ojos juguetones, uno más desapareciendo de las manos de la partera y apareciendo en los brazos de su padre y el tiempo detenido por una fracción de segundo.

Tornados y tormentas eléctricas también se hicieron presentes, si alguien hubiese sido testigo de aquellos doce sucesos que ocurrieron sin seguir un orden determinado, habría visto a la madre luna como un ente juguetón que preparaba sus cartas para poner de cabeza al universo.

Nadie fue capaz de comprender lo que había iniciado, el mundo entero ignoraba la existencia de esos doce cachorros de lobo, ninguna partera fue tan vivaz para compartir su experiencia, pues los sucesos del nacimiento de las leyendas fueron borrados de las memorias, sustituyéndolos por recuerdos de nacimientos normales. ¿Como? No se sabe, la única egoísta que conoce el secreto es la madre luna quien arrogante se encontraba alzada sobre el cielo nocturno, observándolo todo, disfrutándolo.

Siete años después.

—¡Hannie! Ven, no quieres perderte esto. ¡Mira, son mariposas! — El pequeño de aspecto menudo e inocente se veía totalmente adorable con su cabello rubio a pocos tonos del blanco, sus mejillas rosadas y pequeños labios que cuando reía formaban un tierno rectángulo, de mirada curiosa y baja estatura saltaba tan alto como sus piernas le permitían intentando atrapar a una linda lepidóptera sin éxito alguno. —Mamá ha dicho que tenemos permiso de jugar cerca del río. ¡No seas cobarde y ven Hannie! —

Luhan, su hermano, solo acertó una sonrisa juguetona y se unió a Baekhyun en su intento de cazar mariposas en su forma humana, al igual que este último, compartía rasgos similares como su cabello rubio, su piel blanca y tersa, aspecto delgado, rostro pequeño, mejillas inundadas por tonos durazno y tan solo un poco más alto, gracias a estas características eran confundidos como hermanos de sangre, aunque solo lo fueran de crianza.

El más alto llegó a la vida de Joy y SungJae como un segundo regalo a la mañana siguiente del nacimiento de Baekhyun, mientras él beta buscaba trozos de leña en las profundidades del bosque para mantener caliente su choza, se percató del llanto débil de un bebé, arropado por el cuerpo inerte de una loba.

El hombre decidió tomar al pequeño cachorro en sus brazos y llevarlo consigo, después de todo, los dioses le estaban entregando un segundo regalo.

—¡Esto no está funcionando Hyunnie! Simplemente la atraparé para ti — Luhan era un poco menos paciente que su hermano por lo que no disfrutaba de atrapar mariposas o luciérnagas, cuando podía obtenerlas solo con pensarlo. Así pues, concentró su mente en visualizar la mariposa que Baekhyun trataba de alcanzar, junto sus manos y al abrir los ojos, notó la mirada expectante del más bajo, quien poco a poco se acercó a él en espera de ver el contenido que guardaba como si de un tesoro se tratase. —Déjame ver Hannie — recitaba Baekhyun una y otra vez, fue entonces que el más alto separó sus manos con cuidado de no dejar escapar a su presa y sonrió satisfecho consigo mismo al observar el asombro en los ojos de su hermano y la formación de una sonrisa en su rostro.

Cuales hadas en el jardín, ambos niños disfrutaban de la naturaleza, pies descalzos sobre la tierra mojada a la orilla del río, mariposas y aves pequeñas rodeaban las inocentes cabezas rubias, quienes después de jugar con las flores y hacer con estas una corona para su madre, decidieron transformarse, apenas habían aprendido a contactarse con su animal, ambos cachorros jugaban entre sí, persiguiéndose el uno al otro, rodar juntos, intentaban aullar pero el único sonido que sus cuerdas vocales emitían era agudo y nada parecido al aullido de un lobo.

La preciosa infancia de la cual tendrían sus recuerdos más hermosos.

Manada del sur.

Aldea del viento.

—Pequeño alfa, su padre dio órdenes de no permitirle salir a jugar, pidió que reflexionara sobre sus acciones de ayer. —

El pequeño y malcriado alfa veía con desagrado a la joven loba que cuidaba de él. ¿Era castigado por enseñarle a esos cachorros quien mandaba? ¡Por favor! Era hijo del alfa supremo de la manada y todos le debían respeto, él estaba por encima de ellos en la jerarquía.

—Pequeño alfa, se lo suplico. ¿Puede, solo por hoy, jugar dentro de su habitación? — Sehun observaba a la mujer, cuando hubo pensado demasiado y después de darle la negativa, la joven colocó una de sus manos sobre su cintura y con la otra hizo un ademán. —Bien. Oh Sehun, estás castigado por dos días más, podrás jugar en el jardín, pero nada de ir al bosque. ¿Entendido? —

Sehun estoico lanzaba miradas retadoras a la persona que se atrevía a hablarle irrespetuosamente.

—No somos iguales, compórtate como alguien de tu nivel, fea mujer. — escupió con tono altanero a lo cual la mujer se echó a reír para después responder. —¡¿Fea?! Retractate. —

La mujer se lanzó hacia el infante y comenzaron una guerra de cosquillas, a diferencia de su intercambio de palabras, tenían una buena relación pues ella era lo más cercano a una figura materna para el chico de apenas seis años.

En algún lugar al sur.

Alejados de toda civilización, entre las montañas, se encontraban un lobo adulto y su cachorro cazando, el primero intentaba cazar una liebre y el segundo un pequeño conejo, los saltarines animales llevaban de un lado a otro a sus verdugos y tal vez su actividad les llevó más tiempo del debido, pues la noche comenzaba a caer y la luna se asomaba tímida en el cielo, al percatarse de eso el lobo adulto decide transformarse y sin apenarse de su desnudes comenzó a llamar al cachorro.

—Maldito niño, es la tiempo de irse a casa. — hablaba sin esperar respuesta, le bastaba con escuchar los pequeños pasos de la figura regordeta detrás de él. —Maldito viejo, jui más rápido que tú. — Replicaba el cachorro ya en su desnuda forma humana, sintiéndose orgulloso de sí mismo, sujetando el cuerpo sin vida del conejo y con rastros de sangre alrededor de sus abultados y tiernos labios, que casualmente combinaban con el rojo sangre de su cabello.

El hombre miraba de reojo a su cachorro y solo podía recordar la forma en el destino los unió.

Aquella mañana posterior al eclipse lunar, se encontraba buscando algún animal para cazarlo y saciar su hambre, sabía que se estaba acercando demasiado a la aldea de la manada que lo condenó a vivir en el exilio desde que era un joven lobezno, sin embargo, el calor abrasante de las llamas lo recibieron. Sorprendido por el llanto de un bebé, se acercó de a poco, tentando el caliente suelo y notando algunos cuerpos calcinados. ¿Qué jodida mierda había pasado ahí? Más grande fue su sorpresa al situarse frente al cachorro cuyo llanto le llamó, el pequeño estaba rodeado por el fuego, pero este no le hacía daño, tenía un debate mental, alejarse o llevárselo, difícilmente podía alimentarse a sí mismo, era consciente de que no tenía nada para ofrecerle a ese chiquillo que lloraba y alzaba sus manitas hacia él.

A la mierda. Fue el pensamiento que tuvo antes de transformarse a humano, después de tantos años viviendo como lobo, se sentía extraño caminar sobre dos patas... ¿Pieses? Ni siquiera recordaba cómo hablar correctamente, lo único que debía importarle ahora era tomar a ese bebé y llevárselo de ahí, pues los depredadores podrían llegar en cualquier momento.

Y seis años después de ese día, caminaba orgulloso con su maldito cachorro a quien trataba de educar lo mejor que podía, tal vez no podría enseñarlo a leer o escribir, pero definitivamente le enseñaría a ser un buen lobo.

「 Continuará. 」


CREATORS' THOUGHTS
PersxphxnxX PersxphxnxX

Espero que esta historia sea de su agrado y me veo en la necesidad de hacer algunas aclaraciones.

1.- Importante leer el disclaimer.

2- En mi mente el padre de Chanyeol es Park Seo Joon con físico similar a su aparición en Itaewon Class.

Autora: M.L.A.F. alías Perséfone.

Si te gustó apóyame con tus votos y comentarios

Espero contar con su apoyo a lo largo de esta historia.

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