—Además, no deberías envidiar el pan y el vino demasiado. El comercio está floreciendo cada vez más, y el descubrimiento del Nuevo Mundo nos ha traído una cantidad inmensa de recursos más allá de nuestra imaginación. Estos recursos no serán monopolizados solo por la nobleza. Puedo asegurarte que a medida que se expanda el comercio, la disponibilidad del pan y el vino aumentará, y sus precios se harán más asequibles. ¡Incluso como un plebeyo, podrás disfrutar del pan y del vino!
Boshni cesó su llanto y miró a Howard con ojos grandes y curiosos, preguntando:
—¿De verdad? ¿Podrán incluso las familias más pobres permitirse el delicioso pan blanco?
Howard, lleno de determinación, le aseguró:
—Sí, te lo prometo.
Creída en sus palabras, las lágrimas de Boshni se secaron.
Howard tomó una profunda inspiración y le dijo con dulzura: