—Muy bien, en lugar de reflexionar sobre esos asuntos, más nos vale concentrarnos en emboscar a Shelley lo más pronto posible. Si no lo logramos, podríamos nunca obtener las recompensas, ¡y posiblemente nunca tocar el Poder de la Ley o avanzar al Nivel 95 en nuestra vida! —Solyes habló con un tono grave.
—Shelley es inmensamente poderoso. De ahora en adelante, sugiero que operemos como un equipo. No actuemos individualmente solo por el bien de posibles despojos de guerra.
—Solo, si puedes siquiera sobrevivir un encuentro con Shelley es incierto.
Al escuchar las palabras de Solyes, la expresión de los demás pesos pesados también se volvió seria.
Habiendo llegado a su nivel, no eran tontos.
Incluso si se sentían convencidos en sus corazones, o no quisieran creer que podrían ser más débiles que Atenea, no tomarían decisiones estúpidas en este momento.