Papeleo, el rechinido de los zapatos en un suelo bien pulido y el sonido de cientos de vociferes a lo extenso del pasillo tan largo como una calle. No solo este pasillo repite esta misma situación si no que a lo largo de aquel encierro en medio del mar, una prisión de alto calibre donde solamente aquellos que atentan contra la paz terminarían ahí. Una prisión no solo para simples asesinos o terroristas…
Una prisión para amenazas potenciales contra la sociedad superhumana.
…‖Tartarous‖…
Inclusive las habitaciones de los presos no solo eran barras asimilando una jaula, estas habitaciones contaban con un sofisticado sistema de seguridad que va desde lo resistente hasta lo letal. Muros llenos de aspersores listos para liberar un gas somnífero, puerta de acero endurecido cubierto de una malla eléctrica mientras que, dentro de la habitación completamente blanca, los presos con collarines en sus cuellos que deshabilitan su quirk.
Pero esto no es lo importante.
…‖Un futuro distante‖…
En una de los cientos de habitaciones llenas de presos, avanzando hasta el final de un pasillo, una gran puerta metálica es atravesada por un grupo de hombres de traje y sombrero armados, acompañados de una mujer de falda y bata blanca quien, al entrar a la habitación, lo primero que se encuentra es una silla metálica puesta en medio del cuarto y frente a esta, un vidrio que no refleja nada completamente gris.
―Es aquí doctora.― dijo uno de los oficiales mientras le cedía el paso a la delgada mujer quien asentiría en modo de agradecimiento. Mientras tanto ellos se encontraban saliendo de la habitación, no sin antes detener a la doctora. ―Si sucede algo fuera de lo que debería, inmediatamente detendremos la sesión.― con esto dicho, la mujer asentiría de espaldas.
Los oficiales saldrían de la habitación enseguida. Con esto, la mujer daría un paso hacia delante el cual seria el comienzo de una caminata hasta aquella silla metálica en medio de la habitación en donde, como si se tratara una rutina ella extendería su mano derecha jugando con sus dedos con la parte superior de la silla.
Con su mano y sus dedos puestos en ese lugar, ella daría un par de pasos hasta darle la espalda a la silla y dejando la silla, con su mano empujaría su bata blanca por debajo de sus glúteos hasta tomar asiento. En su otro brazo, ella tenia una libreta oscura, algo desgastada que se podían ver algunas hojas salir por la cubierta de la misma. Así mismo, al costado de la libreta, una lapicera seria tomada con suma gentiles, consiguiente la misma doctora haría que su lapicera pasara por todos sus dedos en una voltereta hasta terminar entre su dedo índice y su pulgar.
Su mirada se desviaría un poco hacia abajo y con su mano izquierda desataría su cabellera oscura permitiendo que cada cabello cayera por su espalda.
Ella tomaría sus lentes los cuales estaban dentro del bolsillo en su bata colocándolos en su rostro. Su pierna izquierda subiría hasta quedar por encima de la otra permitiendo ver sus muy delgadas piernas.
Ella tomaría un respiro.
[Cuando era pequeño… tenía familia, tenía sueños.]
El vidrio el cual no mostraba ni una pizca de reflejo o algo del otro lado, era como si estuviera opacado por un gris el cual poco a poco se abriría camino por toda la ventana como si el hielo se derritiera en un cristal.
[Mi sueño era ser un héroe y ayudar a la gente en apuros.]
La doctora alzaría su rostro y endurecería su mirada.
[Pero ahora…]
Del otro lado comenzo a verse una habitación al contrario de esta la cual parecía la misma, era la misma de hecho solo que había sido dividida a la mitad. Del otro lado, al contrario de la doctora y por detrás de ese cristal, lo primero que vio la mujer fue una cabellera verdosa opaca, casi oscura la cual se encontraba despeinada llena de cabellos enredados y mal alineada.
Despues de esto, su mirada se movería hasta encontrar en cada esquina de la habitación un par de cámaras las cuales estaban encendidas todas las horas del día, todos los días de la semana, todas las semanas del mes.
Estas cámaras solo apuntaban a una sola persona la cual le pertenecía esa cabellera desalineada. Una sola persona quien estaba sentada en una silla mas grande que el mismo, estaba con camisa de fuerza y fuertes lazos que cruzaban su pecho. En su cuello un collarín con una luz roja que marcaba el nulo uso de quirks.
Algo que no se veía era el hecho de que los dedos de las manos de aquel individuo estaban separados uno del otro, en sí, el dedo índice y ondular estaban apegados a la palma de la mano mientras que el resto de los dedos estaban sobresaliendo de la manga de fuerza.
Lo importante era que ninguno de los cinco dedos podría unirse.
[No tengo nada.]
―La sesión número 9 ha comenzado, guardo este comunicado en señal de registro informacional. El sujeto, "El héroe arruinado" dará su ultimo veredicto.― la mujer dejaría sobre sus muslos una grabadora de voz la cual se mantendría encendida hasta el ultimo segundo de la sesión. ―Midoriya Izuku, demos comienzo a nuestra ultima charla.― cuando todo se despejo, el rostro lleno de cicatrices como cortadas y algunas que parecían grietas se mostraron ante ella.
Un rostro deteriorado.
Su ojo izquierdo tenia una grieta que avanzaba desde su brazo derecho hasta el final de su frente atravesando la cornea y llegando a la misma pupila la cual termino por dividirla en dos y apagar el esmeralda en su ojo solo dejando un gris oscuro. ―¿Charla?― su voz, aunque sea de un chico, era completamente ronca y dura. ―Una charla consiste en dos personas hablando de un tema de interés para ambos. Ahora mismo lo que estas haciendo solo es una interrogación… tú no tienes ningún interés en charlar conmigo.― con un tono apacible, y esa mirada neutra en su rostro mostraba algo de desinterés.
―Tu sabes lo que tengo que hacer. Estar aquí ahora mismo podría evitar mas sucesos como los tuyos. Tus palabras pueden ayudar al gobierno a evitar más tragedias.― sin flaquear ella respondió. ―¿Tragedias? ¿Gobierno?― izuku bufo. ―No entiendo nada de eso, o mas bien no lo veo como tu lo ves, doctora.― la mujer frunció su ceño tomando su lapicero con fuerza y abriendo su libreta la cual dejo ver un par de hojas llenas de apuntes sobre un solo paciente.
―Te dire como lo veo yo…― la mujer prepararía su lapicera una vez más.
[Héroes, villanos, personas… Todo es lo mismo. Especialmente los héroes y villanos, ambos son de la misma naturaleza. Los héroes poseen territorios únicos llamados su patria y su gente. En estos territorios ellos no permitirán invasiones de fuerzas exteriores y si es necesario, lo impedirán con la fuerza. Usando la violencia para proteger su territorio, este es un rasgo común que héroes y villanos comparten.]
Cada palabra que izuku decía viajaba por el aire convirtiendo la tinta en rayas y círculos formando letras y con ellas darían vida a los escritos de la doctora.
[Para mantener la "Paz" de un país, se crean leyes y estados que deben mantenerse de pie, incluso adversando los derechos nativos de un ciudadano. Para mantener la ley y la fuente de esa paz, el mismo gobierno también usara la violencia si es necesario. Aunque si lo escuchamos así sería contraproducente, sería muy hipócrita.]
Pasando de hoja en hoja, llenando el papel con letras provenientes de la boca y cuerdas bocales de un joven de edad adolescente.
[Aunque parecen similares, la gente… la gente como tu no suele asociarlos por la historia y el tamaño.]
Entonces ella interrumpió.
―¿A que te refieres con historia y tamaño?― pregunto ella apuntando su lapicera al chico sin separar su mirada de la libreta. ―Sencillo, porque cuando el tamaño es tan grande, esas personas no se dan cuenta de la naturaleza de sus héroes, entonces todo parece natural. Y despues de un largo periodo de tiempo, la gente deja de cuestionarse la existencia de esos héroes.― mentiría en algún punto si la doctora respondiera "No" a la pregunta de "¿Él te parece interesante?".
Durante el último tiempo que llevan juntos, la doctora ha llegado a entender ciertas para frases eh idealismos de aquel joven tras el cristal. No se trataba de una compresión de empatía, si no era la compresión de interés, era la naturaleza del ser humano que tiene en búsqueda del porqué.
Ella era muy… fanática de lo inusual.
[Pero cuando hay un conflicto, la verdadera naturaleza del héroe es expuesta. ¿No habías pensado antes que quizá los héroes son solo villanos con capa? Pero espera, tampoco quiero que me malinterpretes, no estoy intentado negar la existencia de los héroes, no soy un anarquista. Solo quiero que entiendas mi ocupación entre estos dos bandos.]
―Entonces, ¿Qué eres? ¿Una clase de parasito viviendo dentro del territorio de los héroes? La base de tu idealismo se rige por una sola idea, "Libertad". La libertad que tanto hablaste aquel día con All Migh, ¿Dime, que clase de libertada rige la destrucción y caso?― pregunto la doctora. ―Ninguna.― respondió sin chistar.
La mujer quedo en silencio.
[No se trata de adversar la paz, la tranquilidad de las personas… simplemente es querer algo más.]
Izuku abrió sus ojos en grande y estiro su cuello hacia un lado.
―Leyes impuestas, los fundamentos de la violencia. Si los héroes son los buenos, entonces los villanos también pueden volverse héroes. No se trata de bondad, no se trata de maldad… se trata de liberación propia. Lo que aquel día dije, lo que all might escucho tanto como todos ustedes, habla, no de los fundamentos que el mundo construyo para mantener la paz… yo hablo de la libertad la cual no se consigue si te mantienes al margen de la paz.― la mujer sostuvo con mas fuerza la lapicera y las palabras fluían sobre el papel.
―Lo que pides es caos.― la mujer bufaría con confianza. ―Tu quieres arruinar la paz.― ella sonreiría y su lapicera se detendría, en una palabra.
…‖Arruinado‖…
―La paz y libertad, aunque vayan de la mano, jamás podrán unirse.― con esto dicho, una sonrisa de oreja a oreja aparecería en el rostro de izuku.
Entonces…
No hubo un previo aviso, no hubo nada que pudiera dar alguna pista de lo que estaba apunto de pasar… solo paso.
La doctora estaba feliz, extasiada. Ella se puso de pie y sin si quiera prestar atención a su alrededor, ignorando cualquier hecho adverso a su interés… un retumbar sacudió todo mientras ella se acercaba al cristal.
―¿Qué es lo que realmente quieres?― una pregunta que se alzo al aire siendo detenida por izuku. Ella tomo el cristal con sus palmas mientras que detrás suya caía la libreta que ella portaba permitiendo ver una cubierta más en la portada, está cubierta caería y dejaría ver un nombre.
…‖Propiedad de Midoriya Izuku‖…
Todo el tartarous temblaba al paso de miles de personas que llegaban por distintos lugares, cielo, tierra… desde el mismo infierno llegaban personas de diferentes lugares de origen. Todos con un único objetivo… ver a aquel dueño de esas palabras que hicieron sacudir a la sociedad de héroes.
―¡Dime! ¡¿Qué es lo que quieres?!― con una sonrojada expresión de éxtasis, la mujer pegaría su lengua al cristal mientras izuku solo reiría.
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[Yo hare lo que quiera hacer.]
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El ahora era libre, tanto de su pasado como de la sociedad.
Tiempo restante para la ruina: ¿¿??
…
Aun con el ocaso del sol, tan solo se necesitaron un par de segundos para que pocas gotas de lluvia se convirtieran en una ferviente lluvia que parecía arder en la piel de nuestro protagonista quien con el rostro apuntando hacia el asfalto, no tenia el valor de alzarlo. Delante del mismo muchacho, un hombre de gran musculatura estaba de pie mirándolo fijamente.
―Tu eres…― antes de continuar, este hombre noto como el chico encogió sus hombros y parecía tembloroso. No se trataba del frio haciendo de las suyas, era el mismo cuerpo del joven peliverde el cual reaccionaba así. ―¿Por qué no levantas la cara?― pregunto all might. Ante esta pregunta, izuku lo único que pudo hacer fue acercar su mano derecha hacia su muñeca izquierda apretándola con fuerza.
―Y-yo solo… quería ayudar.― murmuro entre líneas. ―¿Eh?― apenas audible, all might dio un paso hacia adelante terminando por alertar a izuku quien alzo su rostro de golpe retrocediendo. ―¡Ghh…!― con un quejido, all might vio la expresión del joven.
Era terror.
―¡La televisión, los héroes…! ¡Todos y ahora tú!― izuku dio un paso mas retrocediendo, pero al hacer esto, el caería hacia el suelo.
La lluvia creció en intensidad.
―Muchacho… creo que te estas confundiendo.― expreso all might extendiendo su mano hacia delante. Ante esta acción, izuku solo se arrastró hacia atrás.
[Debería de sentirme emocionado, ¿No? Durante todo este tiempo que llevo de vida, o mas bien desde que recuerdo haber existido, all might siempre estuvo en forma de una luz al final de ese túnel de oscuridad el cual eh recorrido a lo largo de mi vida, pero… ahora mismo solo puedo sentir miedo.]
―¡Yo solo quería ayudar!― exclamo dejando salir saliva de golpe. ―¡Solo trataba de ayudar, solo quería hacer eso!― desesperado retrocedía mientras reunía fuerza para colocarse de pie.
[¿Por qué el esta aquí? ¿Por qué ahora? ¿Qué demonios significa esto?]
Ignorancia, desesperación, temor y vergüenza se imbuían convergiendo dentro de izuku en una sola expresión. ―No tengo sentido de la responsabilidad, no tengo fuerza y ni si quiera confió en mi mismo. Siempre actuando de manera imprudente sin si quiera pensar… ¡Durante toda mi vida eh sido así y aun así…!― todos sus sentimientos salían al exterior asombrando al hombre de cabellera rubia.
―¡AUN ASÍ SOLO QUIERO AYUDAR!― con este último grito él se pondría de pie lleno de humedad por toda su ropa. Cuando all might escucho esto último, él se detuvo en seco y poco a poco fue bajando su mano.
Todas las emociones de izuku estaban mezclándose llegando a aflorar al exterior suya.
Llevando su palma directo a su pecho, el joven pecoso golpearía con fuerza. ―¡Ahora todos me miran así, me siguen viendo así!― la mirada de izuku desvarío. ―S-se que tengo parte de la culpa, sé que yo también soy culpable de que las cosas están así pero no es justo.― su mano presionaría con fuerza su pecho arrugando su ropa. ―Para mí nada es justo y por eso sigo cometiendo acciones erróneas.― el suspiro.
[¿Por qué estoy actuando a la defensiva? El ni si quiera ha dicho nada, ¿Por qué estoy arremetiendo contra él, todas estas cosas? ¿Y si ni si quiera está aquí por eso? No, seguramente está aquí por eso. No existe otra razón por la cual un héroe como el se ponga de frente con alguien… como yo.]
Desde aquel entonces hasta el día de hoy todo ha sido igual.
―…día y noche no dejo de pensar. Hora tras hora no dejo de actuar en búsqueda de poder reparar mis errores y la única forma que encontré es querer ayudar a las personas y quizás de esta forma poder tener derecho a vivir. Yo… que solo tengo esto… Que las personas me digan que esta mal, que todos me apunten y me…me…― el chico no pudo mas y agacho su mirada llevando su otra mano hacia su pecho y con ambas presionando con fuerza este.
Él podía sentir como si su corazón quisiese salirse de su pecho.
[Solo sigo llorando.]
Gotas de lluvia que caen en su rostro mezclándose con sus lágrimas. Era justo en ese preciso momento donde él podía desahogarse sin que nadie se diera cuenta.
Bajo la lluvia.
[Nada ha cambiado desde ese día, yo sigo sufriendo.]
―Hey…― all might hablo. Este aun se mantuvo de pie firmemente frente al chico creando una sombra que lo consumía por completo.
Despues de haber hablado, izuku no pudo alzar su mirada y solo seguía sollozando presionando con fuerza su pecho. ―Luchar y sufrir por el débil… ¿Cómo van a ser todas tus acciones erróneas? Definitivamente hay algo correcto.― las lagrimas siguieron, pero al sufrimiento se detuvo por un segundo.
―Si quieres echar la culpa a alguien, tendrás que echársela a quienes no pueden hacer las cosas como tú. Los que son tan honestos consigo mismo necesitan seguir luchando.― las palabras eran firmes, el mensaje claro y lo suficiente para sacar del trance al muchacho. ―Cuando conoces a alguien ue tiene problemas, tienes que tomar la mejor opción.― all might dio un paso hacia delante.
El primero de ellos.
―En esta tierra donde eh vivido, si alguien se disgusta por intentar a ayudar a alguien, yo también me disgustare.― el cabello que cubría el empapado rostro de izuku se hizo a un lado permitiendo ver una mano acercarse a él.
[Midoriya Izuku es una persona que ha vivido en la miseria durante mucho tiempo.]
―Tu y quien quieres ser no tiene por qué hacerte sufrir.― sus ojos se expandieron al igual que su corazón. Su pecho creció dejando entrar una gran cantidad de oxígeno a sus pulmones llenando por completo su sangre de este mismo.
[Cuando estaba en aquel profundo abismo, solo deseaba morir y desaparecer, pero el mismo instinto me hizo querer vivir.]
La voluntad de vivir que izuku poseía era muy fuerte, incluso si vivir era sufrir más. No solo su cuerpo, no solo esa voluntad lo impulsaba y lo hacía luchar.
Algo que le tomaría tiempo comprender, pero lo haría.
―¿Tu cuerpo se movió solo?― pregunto.
[Yo me di cuenta de algo.]
Cuando ensancho sus ojos y pudo ver con claramente el rostro del hombre, una punzada alcanzo su corazón.
[Si yo iba a seguir respirando tenia que aprender a vivir con esta culpa.]
Bajo aquella lluvia que empapaba cada centímetro del cuerpo de ambos, la mano que en su hombro se encontraba presiono con fuerza mientras su voz expreso. ―¿No es así?― cuestiono una segunda vez atrapando en su grave voz la atención del chico.
[Si voy a ganarme el aire que respiro, entonces debería empezar a hacer buenos recuerdos con los que pueda vivir.]
Izuku asintió.
[Yo…]
―Conozco quien eres, se que clase de vida has llevado y lo doloroso que fue para ti.― entonces la mano del hombro de izuku se desvaneció mientras su mentón descendía. Fue ahí donde pudo sentir un par de brazos rodear su espalda.
[Aunque se que no podre llegar a ser un héroe, que yo no puedo ser un héroe…]
―¿Tu…?― un abrazo firme y robusto hizo que izuku recargara su rostro en el pecho del hombre rubio mientras este observaba las manos cubiertas de izuku.
Estas se encontraban temblando.
[Tengo que darle un buen uso a este poder.]
Un corazón que permanece cerrado es aquel que almacena el sufrimiento más grande y es por eso que cuando este se abra, por fin podrá descansar.
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―¿Quieres ser un héroe?―
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…
Capitulo V: fin.
…
[Aquel poder que deteriora todo lo que toca y el poder que todo lo salva se encontraran mano a mano.]
Proximo capitulo: Puedes ser un héroe.