Chapter 24: AQUELLO QUE SE HA DE DESTRUIR.

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Se hallaba tumbado boca abajo, completamente solo, escuchando el silencio.

Nadie lo vigilaba. No había nadie más. Ni siquiera estaba del todo segura de estar allí.

Al cabo de mucho rato, o tal vez de muy poco, se le ocurrió que el debía de existir, ser algo más que un simple pensamiento incorpóreo, por que no cabía duda de que se encontraba tumbado sobre algún tipo de superficie. Era evidente, pus, que conservaba el sentido del tacto y aquello sobre lo que se apoyaba también existía.

En cuando llego a la conclusión tomo conciencia de su desnudez, pero, a sabiendas de que estaba solo, no le importo, aunque si lo intrigo un poco. Se pregunto entonces sí, además de tener tacto, podría ver, de modo que abrió los ojos y verifico que, en efecto, también podía ver.

Yacía en medio de una brillante tarde, aunque diferente de cualquiera que hubiera visto hasta entonces: el entorno no quedaba oculto pues aquella iluminación anaranjada que, al contrario, era como si esta no hubiera formado un entorno ambiguo.

El se dio cuenta, era la arena de la playa la cual reflejaba el color del sol.

Se incorporo. Su cuerpo estaba aparentemente ileso. Se toco la cara y noto que ya no tenia heridas.

Entonces percibió un ruido a través de la playa que lo rodeaba; los débiles sonidos que habitaban ahí comenzaron a hacerse más fuerte cuando el sentido del tacto volvió a actuar y sintió sus pies mojados.

Era el mar mismo.

―No debería quejarme en estos momentos ―se volvió rápidamente. A su lado, caminando poco a poco hacia él, muy ágil y erguida, vistiendo su uniforme escolar―. ¿Verdad, Izuku? ― ella se coloco a su lado, una chica de larga cabellera despeinada color dorado y unos ojos afilados brillando en un tono ámbar. Sus colmillos sobresalen de su boca y con su piel fina y semblante delgado ella lo mira.

―Despues de todo amaba el hecho de tener una mascota totalmente dependiente de mí. Pensando una y otra ves que eras el único que podría entenderme. Al final, mantenerte atado a mi mimándote o golpeándote dependiendo de mi humor me hacia sentir plena ―aturdido, Izuku la miro. Himiko se alejo a grandes zancadas del lugar donde yacía izuku a lo cual el gimoteando, le siguió.

―Para serte sincera, me termine relacionándote contigo por puros deseos egoístas y personales para librarme de mi miseria ―exclamo himiko con soltura siguiendo con su camino―. Sin embargo, el poco tiempo que conviví contigo estuvo lleno de dicha. Aun cuando sabíamos que las cosas no se podían quedar así por siempre o tal vez porque ambos entendíamos que era temporal, fingimos con todas nuestras fuerza el bienestar entre ambos ―dijo Himiko, y sonrió aún más―, es la cuestión, ¿No? En principio solo éramos amigos que servían para calmar la tortura del otro.

―No, creo que no ―dijo izuku deteniéndose a espaldas de la chica―. Pero…― izuku se llevo la mano hacia su pecho.

―El hecho de que estes aquí lo comprueba, ¿No es así? ―Himiko se detuvo en seco con sus manos entrelazadas detrás de su espalda mientras poco a poco se daba la vuelta―. Aunque ahora hayas encontrado "Paz" con tus nuevos amigos, solo eres una mera cascara. Caminando arduamente aferrando el pasado a ti, aferrándome a algo conocido como esperanza de solo nombre. Solo soy un fragmento que se ata fervientemente a tu culpa, tu debilidad.

Izuku se quedó largo rato en silencio, o quizás solo unos segundos. En aquel lugar era difícil estar seguro de conceptos como el tiempo.

―Ves un alfiler y lo levantas, tendrás buena suerte todo el día. Ves un alfiler y lo dejas, tendrás mala suerte toda la vida ―16 de junio a las cinco de la tarde en la playa de musutafu se avistan dos siluetas en la arena, sombras formadas por dos chicos que se miran uno al otro. Y cuando menos se esperaba que la luz moribunda del día desapareciera, tan solo se necesito de un parpadeo para que una enorme lluvia cayera y la oscuridad dominara sobre la tierra.

―Lluvia de nuevo… siempre lloviendo. Nunca se puede ver la vía láctea. Es triste que siempre sea de esta manera, ¿No izuku? ―abrevio Himiko volviendo su mirada hacia el cielo oscurecido mientras su rostro se llenaba de agua empapándose por completo como el peliverde que aun la mira impoluto.

―¿Aun recuerdas cuando mire tu computador? Ese día tras la escuela, tras la paliza que recibiste por parte de mi clase. ¿Qué fue lo que encontré ahí? Oh, ya lo recuerdo… ―pregunto despacio―, ¿métodos para suicidarte? *Ha* ese día me hiciste reir tanto.

Izuku mostro un semblante ceñudo mientras toga agitaba su cabeza de lado a lado―. ¿Pero también recuerdas lo que te dije? ―repuso Himiko―. Izuku… ―la chica devolvió su mirada empapada al peliverde encrespado.

―No puedes morir y dejarme… así que por favor no mueras ―al escuchar tales palabras, tal suplica, izuku entendio a la perfección donde estaba ahora mismo.

Aquel espacio totalmente formado para él y el recuerdo de la chica frente suya con todas esas palabras hirientes provenían de su propia cabeza.

Su limbo.

―Lo siento ―se disculpó.

―…no tiene sentido que me pidas perdón a mí.

―¿Qué dices…?

―No es la disculpa lo que importa, sino darte cuenta que esta clase de acciones despreocupadas son lo que están arruinando todo para todos.

Izuku agacho su mirada.

―Creo que sería bueno si pudiera llegar un momento en el que podrías dejar de culparte y encerrarte en el pasado. Divertirte como es debido y abandonar aquello inútil y sin importancia que tanto te lastima.

―No puedo.

―¿Por qué?

―Si lo hago podría olvidar quien soy… yo no quiero olvidar quien soy.

Las pisadas sobre la arena se marcaron y aquella chica comenzo a correr dejando atrás sus zapatillas. Ella corría felizmente donde la arena y el agua se encuentran. Con una sonrisa en su rostro y con su cabello sacudiéndose onduladamente de lado a lado junto con su falda.

Sus pies llenos de arena, su rostro bañándose en la brisa del mar y sus brazos sacudiéndose mientras ella salda de lado a lado girando y sonriendo a izuku mientras al llegar hacia el mar, ella lanza pequeñas partículas de agua hacia la orilla.

En aquel lugar donde ambos se encuentran es ajeno al tiempo y todo ocurre y nada ocurre. Himiko Toga se aferra felizmente a izuku tomándolo de su muñeca y corriendo con él en aquella playa por mucho tiempo.

Ambos jugando uno con el otro.

La lluvia, la noche, la tarde, el día, el sol… todo se mezcla en segundos y nada parece real. Un sueño que se transforma en un limbo absoluto.

Uno donde Himiko se queda de pie frente a izuku quien la sostiene del cuello.

―Izuku. ―llamo la joven al chico―. ¿…? ―ella lo entendio―. Si no me olvidas… morirás.

Izuku ya estaba en su limite sin si quiera percatarse de ello.

―Supongo que no hay otra opción, ¿No? ―inquirió Himiko cayendo de rodillas.

―…no hay futuro brillante para un asesino ―dijo izuku.

Aun se encontraba atormentado por su pasado y aquel limbo que estaba viviendo en tan efímero tiempo avivaba con mas fuerza el primordial deseo de su vida.

La muerte.

―No eres… un asesino, izuku.

―No, lo soy.

―Olvida el pasado.

―No.

―Por favor olvida el pasado.

―No lo hare.

―Morirás.

―Estas bien para mí.

Izuku era tan extraño.

Tanto que seria bueno que los demás se percataran de esto, que pudieran ver la realidad de su fragmentada vida llena de inconclusas vistas hacia un futuro perfecto. El solo podía pensar en el deseo de que todo se desvaneciera y no quedara nada. Una total oscuridad que bañara el mundo entero y que el jamás tuviera que despertar.

Sin embargo…

Déjenme asegurar que el mundo no va a llegar a su fin por que, el gran mal del punto oscuro que se alimenta de los maltratados y engaños ahora esta superado por un presente brillante. Apoyado nada mas que por las palabras de confianza de ellos.

˂Queremos ser amigos de Midoriya-San˃

Y ahora, es tiempo de que el regrese. Aquella confianza que se deposito absolutamente de ellos hacia él se merece un fruto en un futuro brillante.

[Por que aquello que se ha de destruir es…]

Un gran número de nomu´s salía del cuerpo de End comenzando a levantarse en dos pies o cuatro mostrando largos y filosos dientes como garras quienes construían filas desalineadas alrededor de la bestial y musculatura masa central.

Los separaban unos 6 metros de distancia para alcanzar a los alumnos quienes se quedaron inmóviles sin saber que hacer. Aquellos quienes pudieron plantarle, "Cara" a la bestia estaban desechos y sin ninguna señal de levantarse.

Uraraka quien tenia en sus muslos al joven peliverde y a su lado al chico pelinegro quien hace unos momentos cayo ahí perdiendo la consciencia se lleno de un gran terror perdiendo totalmente la esperanza al igual que todos.

Ella miraba a sus costados encontrándose con sus compañeros en la misma situación. Ninguno estaba o no tenían la fuerza para colocarse de pie.

Esos pocos minutos donde todo esto ocurrió, tan solo 20 minutos habían transcurrido desde que todo comenzo y ya estaban desechos, hechos polvo.

Uraraka volvió su mirada hacia izuku mientras bajaba su mirada a este y cerraba sus ojos abrazándolo a la vez que tomaba el cuello de tenko acercándolo a ella.

No los iba a soltar por nada.

"En algún momento encontraras algo que no podrás evitar destruir."

Cuando todo se vio perdido…

Ante los ojos incrédulos de Yaoyorozu quien pudo ver por el rabillo de su ojo al costado suya se extendía una mano llena de fisuras, moretones y raspones a tal punto que estaba tan mallugada que parecía haber sido aplastada una y otra vez con una roca.

Los ojos de uraraka se abrieron y de sus labios ella murmuro un nombre. Poco a poco una silueta se empujaba así misma hacia delante cayendo de rodillas con sus palmas chocando en el frio y duro concreto donde por debajo de las mismas, algo creció, se expandió hacia delante.

―Shimura… ―hablo en tono agotado a lo cual el chico de cabello pelinegro abrió los ojos despertando y mirando frente suya encontrándose con la espalda llena de sangre. Entonces por el rabillo de sus ojos se encontraron sus miradas. Uraraka sintió como Tenko se apartaba de sus brazos mientras este chico flotaba y su ceño se fruncia.

Los rugidos de las bestias retumbaron en los oídos de todos mientras que el piso debajo de ellos se partio en un segundo.

Una tras otras, decenas de ellas, cientos de ellas… grietas por todos lados comenzaron a avanzar desde debajo de aquella cabellera teñida de rojo de color verdoso natural.

Decay había sido activado.

―D-deku… ―bakugou abrió los ojos y a sorpresa de momo, este llevo su mirada entre los mechones sudorosos caídos en su rostro hacia izuku―. …retrocedan… ―dijo a murmuros bakugou en forma de advertencia al ver como estas grietas se hicieron mas notables y la corrosión del piso se volvió brutalmente imparable.

El deterioro llego hacia los nomu´s y uno de ellos, el central, High End lanzo parte de sus huesos como lo hizo con Todoroki en dirección hacia Izuku quien no podría evitarlo si no fuera por que alguien se puso de pie y recibió aquellas estacas directo en su hombro y parte de su espalda superior.

―¡Ochako-Chan! *Kero* ―uraraka se había puesto por encima de la cabeza de izuku cubriéndolo con la mitad de su cuerpo evitando que este recibiera algún tipo de daño.

Fue entonces que aquellas grietas se extendieron en línea recta por delante de izuku hacia cada costado comenzado a avanzar por toda la USJ sin si quiera crecer hacia atrás suya, todo fue al frente de él.

―D-deku-Kun… ―la chica castaña escupio un poco de sangre mientras caía de rodillas recargando su mentón sobre el hombro de izuku y dejando caer sus manos hacia su pecho. Ni si quiera ella se había percatado de que su palma había sido atravesada evitando darle en una parte importante en el cuerpo del chico.

Ella lo había salvado.

Poco a poco, aquel rostro cubierto por su caído cabello comenzo a alzarse mientras su boca entre abierta se abría poco a poco.

Izuku estaba consciente de lo que hacia y el se dio cuenta de que aquello que estaba haciendo no era suficiente. Su deterioro no era lo suficientemente rápido como para acabar con los nomu´s que sin importar cuando se corroyeran, seguían regenerándose.

―¡¿Qué…?! ―el deterioro estaba llegando hacia Aizawa cuando pudo vislumbrar al joven pelinegro que comenzaba a flotar por encima de las decenas de nomu´s con ambos brazos rotos acercándose a él con una sola intención, salvarlo.

Pero sin percatarse, el pelinegro corrió un gran peligro pues uno de los nomu´s estaba a punto de saltar hacia él.

Izuku tenía miedo.

―E-esta bien.… ―la voz susurrante de uraraka le llego. La chica podía sentir el temblor en el cuerpo de izuku y ella intuyo que era por sus heridas hasta que se dio cuenta que los quejidos que hacia eran por una sola cosa.

Miedo.

Su deterioro no era suficiente porque él no quería que lo fuera.

―N-no quiero regresar… ―dijo afligido―. N-no quiero lastimar nunca más… ―la chica que estaba recargada en su hombro por su mentón levanto su mano sana y la extendió hasta el inicio del brazo de izuku, por encima de su muñeca y por debajo de su codo.

Por su antebrazo.

―E-esta bien, esta bien… tu… ―la joven acaricio gentilmente el brazo de izuku mientras cerraba sus ojos―, …eres un héroe, ¿Recuerdas? ―ella estaba perdiendo la vista y todo se volvía ensordecedoramente molesto para si misma queriendo simplemente cerrar sus ojos.

―Pase lo que pase, Deku-Kun… ―la chica dio un último suspiro mientras que los ojos de izuku se movieron de lado a lado observando a sus compañeros―. Todos… estamos contigo en esto… ―ella cayo completamente tendida sobre él resbalándose hacia atrás y quedando inconsciente.

Los ojos de izuku se encendieron en un verde imponente mientras sus pupilas se desbordaban y una gran y destellante aura verdosa apareció alrededor suyo.

El deterioro aumento su densidad y potencia y el piso delante suya se quebró aun mas creando un gran cráter que fue en avanzada contar las decenas de nomu´s en un mero parpadeo.

Aquel nomu que amenazaba contra la vida de Tenko se volvió cenizas en un segundo con aquella ola de destrucción que avanzo con rapidez y eficacia.

Entonces izuku levanto su rostro mostrando su semblante furioso con lagrimas cayendo de sus ojos, aquellos ojos con pupilas destellantes de energía esmeralda que avivaron en sus brazos destruidos franjas de pura energía que aumentaron su poder, no solo físico si no que Decay termino por potenciarse.

Las grietas que avanzaron por el suelo ahora avanzaban por sus manos y brazos pero él no se detuvo. El dolor que sufrió hace unos minutos fue mucho más de lo que estaba sintiendo ahora.

―¡¡¡¡GAAAAAAAAAHHHHHHH!!!! ―sus ojos se quedaron en blanco y entonces una nueva ola de destrucción fue impulsada hacia delante destruyendo la base donde Aizawa estaba junto con Kurogiri cayendo hacia el suelo, pero antes de que Decay lo tocara… Tenko logro tomarlo por el cuello de la camisa.

Fue gracias a esto que sus ojos pudieron ver aquello que se avecinaba y creía imposible.

Toda la USJ a excepción de la espalda de izuku estaba siendo reducida a cenizas. El quien se encontraba delante de la zona de derrumbes en ciudad impulso su deterioro destruyendo el suelo masivamente avanzando desde la izquierda suya hasta la derecha llegando al otro extremo de la USJ.

Sero quien había atraído a Trece hacia el se quedo boquiabierto mientras que mina y toru se levantaban junto con tokoyami y Asui quien fue corriendo hacia uraraka.

Incluso el techo estaba cayéndose a pedazos, era una lluvia jamás vista por nadie, una lluvia de escombros y vidrios.

Por primera vez, la clase 1-A estaba presenciando lo que Decay significaba, destrucción absoluta en su totalidad.

El poder nacido para destruir.

―¿Este es su…? ―Yaoyorozu fue interrumpida―, su poder primordial… ―atajo bakugou mirando con su ojo entrecerrado como todo se venia abajo―. Como en el pasado… ―dijo a susurros.

No, no era como el pasado, era mucho mas grande que el pasado.

El deterioro creció avanzando por el bosque y comenzando a hundir en un gran deslave de tierra toda la colina en la cual se encontraba la USJ. Todo aquello que construyeron se vino abajo y todo aquello que la naturaleza proveo se desmorono en un segundo.

Un poder que supera el entendimiento y que naturalmente es el mas letal de todos es poseído por Midoriya Izuku.

A unos kilómetros, justo en al entrada de Musutafu se podía observar a los guardias de pasaje mirara hacia las montañas donde pudieron ver con claridad una gran nube de humo que creció hacia los cielos en un instante y aquel temblor que produjo el deslave de la colina continuo hasta que una pequeña parte de Musutafu pudo sentirla.

Tenko junto a aizawa ascendieron hasta el cielo por encima de donde alguna vez estuvo la cúpula de la USJ observando detenidamente toda la destrucción que se creó en un segundo.

Entonces el temblor aumento y toda la colina colisiono, ese mismo terremoto comenzo a avanzar por todo el horizonte provocando enormes deslaves en las montañas posteriores a esta colina llegando aun con más potencia hacia Musutafu.

―El niño que ríe… Midoriya… ―aizawa observo como el cuerpo de izuku se desprendía del suelo mientras su cuerpo caía hacia el fondo del cráter donde todo se había deteriorado desactivando de una vez por todas, tanto el Ofa como Decay.

Como todo lo demás, para izuku el mundo se desvaneció en un plano en blanco mientras su cuerpo caía rotundamente un par de metros en el suelo hundido con sus brazos cayéndose a pedazos, ambos de hecho.

La batalla había terminado en un instante y todo se había desvanecido con un solo toque, con el toque de Midoriya Izuku, con el poder de Decay.

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CAPITULO 23: FIN.

…

[Los héroes llegan, todo parece tan confuso y aquellos mal heridos son llevados al hospital. La noticia no tarda en revelarse y con ello un gran problema aparece. Japón recuerda al completo la tragedia de hace mas de diez años y con ella al chico que la provoco. Midoriya Izuku es un estudiante ahora de la UA y Japón lo sabe.]

Proximo capitulo: Devastación