Chapter 235: Torneo: preliminares (VII): último combate
Ninguno de los dos atacamos. Nos quedamos mirándonos. Moviéndonos lateralmente. Vigilándonos. Puedo notar que circula el qi en su espada. Está preparando algo. Yo circulo el mío en el bastón. Preparado para defenderme.
Tras unos largos segundos, él es el primero en decidirse a atacar. Se abalanza sobre mí. Al mismo tiempo, estira el brazo, sumando esa velocidad a la de su carrera. El ataque es peligroso. Puedo notar un qi afilado en la hoja de su arma. Sobre todo, en la punta. Está allí muy concentrado.
No estoy seguro de poder bloquearlo directamente. No le he visto ese ataque antes, así que no sé muy bien de qué es capaz. Aunque se parece a una de las técnicas de estocada que Tai Feng me describió. Me avisó que era mejor esquivarla.
Eso hago. Aunque es demasiado rápido para lograrlo directamente. Por no hablar de que puede modificar parcialmente la trayectoria.
Así que, la golpeo por un lado. Por la parte plana del filo. A la vez que me muevo por el costado cubierto por mi bastón. Eso le impide cambiar la trayectoria hacia mí. Le sumo la técnica de movimiento. A pesar de ello, apenas consigo esquivar por un dedo.
Intento contratacar con una patada. Añado qi a mi pie. Algo que he aprendido gracias a Bronceada y su Golpe Celestial. Mi bastón sigue en contacto con su espada. Manteniéndola ocupada.
Él usa el contacto como punto de apoyo para esquivar mi ataque. A la vez que da un paso atrás. Separando las armas.
Intento sorprenderlo alargando el bastón con Bastón Fantasma. Bueno, lo que se alarga es una proyección de qi, no el bastón en sí. Ning proponía usarlo para sexo. La ignoré.
Lo esquiva mientras corre en paralelo al bastón, hacia mí. Vuelve a circular qi por la espada. Aunque mucho menos que antes. No ha tenido tiempo de prepararse.
Recojo parte del qi usado para extender el bastón. Para reaprovecharlo. Lo que me da tiempo. Mientras lo roto para enfrentarme a él con el otro extremo.
Su qi choca contra el qi de mi bastón. Aunque a pesar de ello, consigue hacer una pequeña hendidura. Sus ataques son realmente afilados. No puedo darle tiempo a prepararse.
Lo que sigue es una sucesión de intercambios. Yo ataco con un lado del bastón. Él bloquea. Intenta inmovilizar mi arma con su mano libre. Una Explosión de qi lo evita y lo daña levemente. Pero tiene tiempo de separar la espada y contratacar. Bloqueo golpeando el filo hacia abajo.
Intento arrastrar su espada hacia afuera. La retrae e intenta ensartarme. Roto el bastón para bloquear con el otro extremo. Intento sorprenderlo con Golpe Estremecedor cuando chocan. La vibración del bastón consigue hacerle dudar un momento.
Aprovecho ese instante para volver a golpear. Intento alcanzar su muñeca. Pero consigue bloquear con la empuñadura. Aunque este momento de iniciativa es suficiente para conseguir el control de parte del qi desprendido entre las armas. Y ayudarme a crear una pequeña Explosión de qi.
Gracias a ello, consigo una brecha para golpearlo con la punta del bastón en el estómago. Con qi en la punta. Lo alcanzo y lo empujo hacia atrás. Aunque es menos contundente de lo que esperaba. Él se ha tirado hacia atrás, amortiguando el golpe. Se ha debilitado levemente su escudo, pero está lejos de ser suficiente.
Puedo notar que inmediatamente empieza a añadir qi en la espada. Quizás para repetir la técnica del principio. Quizás otra. Sea cual sea la razón, no puedo darle tiempo. Yo no tengo técnicas que pueda preparar. Así que tiene ventaja si espero. ¿Quizás debería buscar alguna?
Ataco con el bastón directamente. Como si fuera a ensartarlo con una lanza. Él lo golpea por el lateral. Aprovecha para usarlo como punto de apoyo de nuevo. Esta vez, gira sobre sí mismo, acercándose mientras lo hace. Como deslizándose por el bastón mientras gira. Mierda. Es peligroso. A la segunda vuelta su espada, corta hacia mí.
Suerte que he reaccionado rápido. Me he tirado al suelo, evitando su ataque. Al girar sobre mí, he evitado el segundo.
Desde el suelo, me impulso hacia delante en cuanto puedo. Debo recuperar el equilibrio, o estaré en seria desventaja.
Aprieto los dientes. Un corte en el costado. Duele. A pesar de no ser un corte real. Consigo suficiente distancia para volverme hacia él. Ha sido superficial. Aunque ahora mi escudo está un poco más dañado que el de él.
No puedo darle tiempo, así que vuelvo a atacar como antes. Sin pausa. Él vuelve con el mismo movimiento. Girando sobre sí mismo con el apoyo del punto de impacto. Esta vez estoy preparado.
Cuando llega para atacarme, tropieza con mi zancadilla. No debería haber intentado lo mismo dos veces seguidas. Trastabilla, aunque no llega a caer. Aprovecho para atacarlo con fuerza por el costado.
Bloquea con la espada, pero está desequilibrado. Así que es empujado hacia atrás. A duras penas logra que sus pies no tropiecen ahora con el bastón. Bloquea una segunda vez. Y recibe una nueva Explosión de qi.
Estaba demasiado desequilibrado como para competir conmigo por el control del qi sobrante. No puede evitar que de nuevo golpee en su estómago con el bastón.
Vuelve a saltar hacia atrás para amortiguar el golpe. Freno momentáneamente el bastón, y repito el ataque. Esta vez extendiendo el bastón. Sin darle tiempo a apartarse.
Además del daño del golpe, el impacto le hace caer. Intento aprovechar la ventaja, acercándome rápidamente. Él se impulsa desde el suelo hacia un lado, saliendo por un momento de mi alcance. Se gira hacia mí y se lanza en mi dirección
No está tan calmado como al principio. Parece alterado. Golpea rápida y consecutivamente. Sin parar. Me veo forzado a defenderme. Ha recuperado la iniciativa. Aunque al precio de gastar más qi.
Es el último combate. No tenemos que preocuparnos de guardar para los siguientes. Aunque nos dan tiempo para descansar entre combates, es imposible recuperar el qi si gastamos demasiado. Ahora, no tenemos ese problema.
Me obliga a mantenerme muy concentrado. A bloquear todos sus golpes. Sin apenas espacio para contratacar. Pero de momento, la situación la veo favorable. Su gasto de qi es casi el doble del normal. No me importa un combate largo. Además de que me sirve para practicar. Pasar a la siguiente ronda estaría bien. Pero nunca ha sido mi objetivo prioritario.
El mayor problema es que la sucesión de ataques me está dejando algunas heridas. Son diminutos cortes, al escudo. Productos de los restos del qi de las técnicas. Pero el daño se va sumando. No puedo alargarlo para siempre.
Lo que sí he notado es que mi control sobre el qi es mejor que el suyo. Competimos continuamente por él. Su forma de hacerlo es similar a la que me enseñó el maestro de bastón. Supongo que también le han enseñado. Pero un tanto más tosca que la mía. Menos fluida.
Soy consciente de que puedo mejorar, pero incluso así soy mejor que él. Así que, después de una ráfaga de ataque, reúno suficiente qi para actuar. Aprovecho para lanzar una nueva Explosión de qi, a la vez que hago vibrar el bastón. La verdad es que no tengo muchos más recursos. Aparte de mejorar mis técnicas, necesitaría aprender alguna más.
La combinación de las dos técnicas rompe el enlace de sus ataques. Lo hace justo en un ataque por abajo, así que aprovecho para sorprenderlo con un cabezazo.
Duele. A pesar de que mi cuerpo debería ser ya más resistente. Y que he usado Armadura Interior para reforzar mi defensa. No debería haber golpeado tan fuerte.
El gesto de dolor en su rostro me muestra que a él aún le ha dolido más. Con un ojo cerrado y la mano libre en la cabeza, ha dado unos pasos hacia atrás.
Muevo el bastón de abajo hacia arriba. Lo alargo a la vez. Aprovecho su momento de confusión para golpear la base de la mano con la que sujeta su espada.
–¡Argh!– se queja. Aunque no la suelta.
Avanzo rápidamente hacia él. Forzando Movimiento Creciente al máximo de lo que soy capaz. Muevo el bastón de atrás hacia adelante para que gane velocidad y potencia.
En una situación normal, hubiera podido esquivarlo. Pero todavía está dolorido. Supongo que no está acostumbrado a que le den cabezazos. Tampoco yo a darlos. No me atrevo a intentarlo con las chicas.
Intenta bloquear. Pero la espada no es capaz de anular completamente el poderoso golpe. Además de que he tenido tiempo para añadir más qi.
Su espada es empujada contra su cuerpo. Y con ella, él hacia un lado. Es evidente su gesto de dolor.
No hay tiempo para retraer el bastón. O para que él consiga mover la espada. Mi puño va directo a su rostro.
Él pone su brazo libre para parar el golpe. Yo suelo el bastón y ataco con el otro puño. Dado que él no ha soltado la espada, es incapaz de bloquearlo.
Mi Golpe Celestial es mucho peor que el de Bronceada. Pero suficiente para que caiga hacia atrás.
Con el pie, alzo el bastón. Lo recojo con la mano. Salto hacia él. No puedo desaprovechar la ventaja. Con un ataque de arriba a abajo. Añado Explosión de qi.
Desde el suelo, alza la espada para bloquearlo. Pero no tiene suficiente fuerza para detenerme. La espada sale disparada. El golpe llega a su pecho. Y su escudo se vuelve rojo. Lo que indica que he ganado el combate.
–Ganador, Kong– anuncia el árbitro.
Me detengo. Me aparto. Le dejo levantarse. La verdad es que no ha sido fácil. Podría haber perdido. No sé qué pasaría si lo repitiéramos.
Él se levanta. Algo dolorido. Aunque el escudo lo ha protegido de lo peor. Me mira. Hay frustración en sus ojos. Quizás decepción. ¿Furia? No sé si con él o conmigo. Me hace una muy leve reverencia. Lo mínimo necesario. Se da la vuelta y se marcha.
Respiro hondo. Puedo oír los gritos de mis animadoras. No sé si antes también me animaban. Estaba demasiado concentrado para prestar atención. Se me escapa una sonrisa. Mientras llego donde están el resto mis anteriores rivales.
–¡Bien hecho! ¡Le has dado una lección!– me felicita uno de ellos.
–¿Lo has visto? Se ha ido sin decir nada– se queja otra.
–Felicidades– añade tímidamente Jie'r.
–Ja, ja. Tiene unas fans muy ruidosas. Podrías presentarme a alguna– ríe otro. Me encojo de hombros. Ni lo sueñes.
Estoy un rato más con ellos. Hablando. Hasta que acaba el último combate. ¡Me he clasificado para las eliminatorias! Mañana saldrán los emparejamientos. Los combates no serán hasta que acaben el resto de preliminares
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Bi Lang y Bei Liu me abrazan efusivamente. También Pen. Fen Huan asiente con la cabeza. No me la imagino queriendo saltar de las gradas cuando Qin Zixuan quiso matarme. Como me ha contado Pen.
Ye Bi me besa riendo en la mejilla. A Tai Feng se le ve especialmente contento. Más que mi victoria, creo que es la derrota de mi adversario.
–Luego vente. Lo celebraremos– me susurra Bi Lang al oído. Seductora. Sugerente.
Aunque al hacerlo, pierde la oportunidad de ser la primera. Bei Liu se le adelanta y abraza a Yan Xiulan. Acaba de llegar.
–¡Felicidades! ¡Bien hecho!
Bi Lang me suelta y se une al abrazo. Pen y Ye Bi también, riendo. Nuestra joyera no tiene escapatoria. Está un tanto avergonzada. Pero no puede evitar sonreír.
–Bien hecho– la felicita también Fen Huan.
–Has mejorado mucho– me uno.
Se pone aún más roja. Aunque solo consigue que se burlen de ella. Era de esperar. Les encanta avergonzarla. Aunque tengo que reconocer que está realmente adorable. Me gustaría besarla. Pero no es posible. ¿Quizás en el futuro?
Están un rato más atosigándola. Hasta que consiguen hacerle prometer que irá con ellas como público. A animarme cuando me toque de nuevo. También deciden no ir al evento de esta noche.
Se han informado. Habrá objetos de la etapa uno de Alma. Quizás algunos más altos o más bajos, pero no mucho. Si son más altos, lo más probable es que los lleven los siguientes días. Cuando los de las correspondientes cultivaciones acaben sus combates.
A mis pervertidas no les interesa porque no habrá ropa. Solo lo que los estudiantes ya no quieren. A mi joyera tampoco. Ya puede comprar lo que necesita directamente en su facción. Parece ser que lo que hay es algo más caro de lo normal. Y la calidad no está garantizada.
La ventaja es que hay objetos que no son fácilmente accesibles para otros. O puede haber gangas de segunda mano. Quizás no en las mejores condiciones. Normalmente, no me interesaría a mí tampoco. Pero quizás pueda conseguir algún caldero para Wan'er.
No puedo comprarlos directamente, ya que no soy alquimista. Pero puede que alguno se venda. Ya sea porque lo haya dejado, o porque tenga mejores. También porque esté estropeado. Tendré que vigilar.
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