Download App
47.45% Cultivación prohibida (+18) / Chapter 121: Hermanas, de dos en dos (I)

Chapter 121: Hermanas, de dos en dos (I)

Después del sexo dulce y suave con Jiao, resulta excitante violar el culo de Rui. Bocarriba. Sujetándose las piernas abiertas. O el de Rong. Con sus enormes pechos y cabeza contra la cama. Su enorme culo levantado. Vibrando con cada azote. O el de Hai. De espaldas. Empotrada contra la pared.

A Ning la penetro vaginalmente. Le he levantado el castigo. Pero no hay anal hasta que lo haga perfecto. Ha mejorado mucho en un día. Pero aún le falta. Al menos dejará de llorar. Gime casi con desesperación. Y miraba con envidia como violaba al resto.

A la hora de comer, las chicas me perdonan por no haber entrenado mucho. Jiao es una buena excusa. Yu susurra que quiere sexo así. Liang, Shi, Lang y Shun se apuntan. Las demás parecen que tienen otras ideas en mente.

Por la tarde, Shu me trae algunas novedades. La actitud de Zhi Mu y su hermano hacen creer que no se han rendido. Chun Hua parece que no será un problema por un tiempo. Se está preparando para intentar subir de etapa. Ha conseguido que un par de sus pretendientes le regalen unas píldoras.

Me lo cuenta mientras está sentada sobre mí. Dándome la espalda. Sus pies sobre la cama. Los míos en el suelo. Mis labios tienen al alcance su cuello y su oreja. Mis manos tienen sus nalgas cerca. O sus pechos. No son tan enormes como los de su amiga, pero sí suaves y mullidos. Sus tersos muslos también puedo acariciarlos. O jugar con su entrepierna.

Ella es quien se mueve. Sus manos a veces sobre las mías. Moviéndolas a donde quiere que la acaricie. Sensualmente. Tentadoramente. Dirigiendo nuestros movimientos. Disfrutándolo. Aunque no es la única.

Cuando se va, sigo con mis esclavas. Ning vuelve a mostrarme sus progresos. Aunque sabe que no es suficiente. Se tiene que conformar con sexo normal. A las demás vuelvo a follarlas analmente. Para darle envidia. Para que aprenda y espabile.

Con las chicas, también tengo que hacerlo antes. A las que quieren, las follo despacio. Las demás, me follan a mí. Para mi sorpresa, también despacio. Y me dan ánimos para luego. Parecen encontrarlo divertido.

—————

Diría que las miradas de los estudiantes masculinos son peores que la última vez. Mejor no pensar en ello e ignorarlo. Meixiu se ríe mientras me acompaña. Aunque me mira varias veces de reojo.

También me miran extraño las estudiantes que guardan la entrada del edificio. Por lo menos, no parecen querer matarme con la mirada. Finalmente, llegamos frente a la habitación de Dandan.

–Dandan, soy Meixiu, traigo a Kong– anuncia la esclava.

Me pilla totalmente por sorpresa que la puerta se abra de inmediato. Una figura se lanza sobre mí. Me abraza. Me besa.

–Ji, ji. No pongas esa cara. Te he echado de menos– me mira Dandan, traviesa.

–Yo también– le aseguro, agarrándole el culo con ambas manos.

–Pervertido– me acusa con una voz demasiado dulce como para ser reproche.

–¿Llamamos a An o vamos a buscarla?– pregunto.

Ella me mira. Abre más los ojos. Su sonrisa se expande en su rostro, resplandeciente.

–¡Vamos!– exclama.

No tenemos que ir muy lejos. De hecho, es la puerta de al lado. Diría que la de Sai es la siguiente. Dandan abre la puerta y entra.

–¡Hola An!– saluda

–¡Dandan! ¿¡Cuántas veces te he dicho que no entres sin llamar?– protesta su hermana, más bien resignada.

–¡No te quejes! ¡Te he traído un regalo!

–¿Un regalo? ¡Kong!

Se levanta y corre hacia mí. Tengo que cogerla cuando se salta. Cuando me abraza. Cuando me besa. Aprovecho para estrujar su culo. Es parecido al de su hermana. Ambos firmes, aunque suaves.

–¿Vas a poder con las dos?– me pregunta An, mirándome entre preocupada, desafiante y apasionada.

–Estoy deseando comprobarlo– le respondo sugerente.

Dandan entonces me coge del brazo. Su hermana me coge del otro. Entre risas, me llevan a la cama.

–Meixiu, quédate. Necesitaremos tu ayuda– le pide An.

No sé. Tengo la sensación de que hay algo más en sus palabras. Bueno, ellas sabrán. Yo estoy ocupado. Intentando defenderme. Me atacan las dos a la vez. Me acaban desnudando por completo.

Se arrodillan entonces frente a mí. Sus lenguas empiezan a lamer mi miembro. De abajo a arriba. Una a cada lado. Se turnan en ponerlo en sus bocas. Entre risas. Lascivas.

–Yo creo que ya está suficientemente grande– juzga An, con la voz entrecortada.

–Pues empieza ya– la apremia su hermana.

An se sienta encima de mí. Me mira con pasión. Coge mi miembro con la mano. Lo dirige a su entrada. Está mojada. No lleva bragas. Mmm, están el suelo. Hay dos. No sé exactamente cuando se las han quitado.

–¡Aaaahh! ¡Por fin está otra vez en casa! ¡¡Aaaaah!!– exclama An traviesamente.

–Eres una pervertida– se ríe Dandan.

Llega a mi lado. Me besa. Mientras su hermana empieza a moverse. No tarda mucho en tomar una velocidad bastante alta. Se adivina el movimiento de sus pechos bajo sus ropas. Que ya de por sí son más bien atrevidas. Yo las beso alternativamente. Agarro una nalga de cada una. Acariciándolas. Estrujándolas. Masajeándolas. Añadiendo qi.

An acelera. Ansiosa. Es fácil notar que su cuerpo está cerca del orgasmo. Me aprieta toda ella cuando llega. Provocando que la llene

–¡¡¡¡Aaaaaaaahhhh!!!! ¡Kong!

La tengo un rato abrazada. Luego la dejo caer suavemente sobre la cama. Dandan me mira. Expectante.

La tumbo sobre la cama. Sin quitarle la ropa. Compruebo que también está mojada.

–Pervertida– la acuso.

Ella me saca la lengua. Sonriendo seductora. Expectante. Abriendo las piernas. Cogiéndoselas con las manos en sus muslos. Erótica.

No la hago esperar. La penetro. Poco a poco, pero sin parar hasta el fondo. Aprovecho su posición que lo facilita. Ella abre más y más la boca mientras gime.

–¡¡Aaaah!! Como he echado de menos tu polla– dice obscenamente.

–Pervertida malhablada…– la critica su hermana, medio riéndose.

–Tú cultiva y calla… ¡¡¡Aaaaaah!!! ¡Kong! ¡Más!– pide Dandan.

La cojo de las piernas mientras embisto. Ella tira la cabeza hacia atrás. La boca abierta. Incluso saca un poco la lengua. Embisto con fuerza. Con qi. Llevándola al orgasmo. Llenándola.

Quizás he ido un poco rápido. Pero estaban ansiosas. Y tenemos toda la noche. Ya tendremos tiempo para más.

Ella sonríe. Se va junto a su hermana. A cultivar. Aunque antes mira detrás de mí.

–Meixiu, entretenlo un rato, vale– le pide, sugerente.

–Pero…– protesta ella.

Está muy roja. Nos ha estado observando. Sus piernas muy juntas. Apretadas.

–¿Ahora te vas a echar atrás?– interviene An –. Quizás no tengas otra oportunidad. Hasta tu hermana…

–Es que… Las dos mirándome… Yo…

–Ves a mi habitación si quieres. Kong, trátala bien, ¿vale?– ofrece Dandan

Meixiu me mira, tímida, insegura. Ya empiezo a entender de qué va a esto. Pero no quiero presionarla.

–No tienes que forzarte a hacer nada que no quieras– sugiero.

–Yo… Ya veo… No soy muy guapa…– se lamenta. En sus ojos asoman lágrimas.

Aunque están a mi espalda, noto que ambas hermanas me atraviesan con la mirada. Como si se clavaran. En serio, no quería decir eso.

–¿Cómo vas a ser fea? Eres preciosa. Y tienes un cuerpo increíble. Pero no quiero que hagas nada que no quieras hacer– le aseguro.

Ella me mira abriendo más los ojos. Bastante roja. Se muerde el labio. Sus dedos se mueven nerviosos.

–¿Y si quisiera?– pregunta con una voz apenas audible pero muy dulce.

Me levanto y me acerco. Me quedo frente a ella. Le cojo las manos. Acaricio sus palmas con mis pulgares.

–Solo tienen que decirlo. Sería más que un placer.

De repente, ella se tambalea. La cojo para evitar que se caiga. La aprieto contra mi pecho.

–Lo siento… Estoy muy nerviosa… Mis piernas me tiemblan…– confiesa en un susurro.

–Está bien. Puedes apoyarte en mí todo lo que quieras– le aseguro.

Está casi un minuto así, sin moverse. Hasta que sus labios llegan a mi oído y me susurra.

–No creo que pueda caminar. ¿Me llevarías a la otra habitación?– pide en voz muy baja.

Me agacho entonces para cogerla en brazos. Para alzarla. Ella emite un gritito. Luego esconde su rostro contra mi pecho. Muy roja. Ahora que recuerdo, estoy desnudo.

–La puerta está abierta– me asegura Dandan, riendo por lo bajo.

–Siempre he sabido que era un seductor– añade An.

–Bueno, es bastante guapo. Y muy bueno en la cama– comenta su hermana, como si yo no estuviera.

Meixiu se pone más roja. Noto que el corazón se le acelera cuando camino hacia la puerta. Salgo con cuidado que no haya nadie. Entro en la habitación de al lado. La dejo con suavidad en la cama. Ella me mira y aparta la mirada. Lo hace dos o tres veces. Tampoco sabe donde poner las manos. Qué hacer. Está bastante nerviosa.

–¿Jiao es tu hermana? Os parecéis un poco– le pregunto, intentando romper un poco el hielo.

–Sí… Ella siempre me ha protegido… Gracias por lo que has hecho por ella. Siempre había sufrido tanto… Gracias a ella yo nunca tuve…

–No lo hice para que me diera las gracias. Fue más que un placer. ¿Qué quieres hacer?– le pregunto.

Lo que no me esperaba es que me bese. Con pasión. Con torpeza. Nuestros dientes chocan. A su lengua le cuesta entrar. Encontrar la mía. Parece indecisa a la vez que decidida. La dejo hacer. Hasta que se separa.

–Lo siento… No debería… Sin permiso… Yo… No sé sí…

Sonrío. No la dejo hablar más. La beso. Despacio, ataco sus labios. Su lengua. Acaricio su muslo. Subiéndole la túnica. Añadiendo qi mientras recorro su piel.

Se puede escuchar perfectamente su respiración cuando nos separamos. Me mira fijamente. Con la boca entreabierta.

–Yo tampoco he pedido permiso. Parece que ya no es necesario– le digo, sugerente.

Ella se acerca. Despacio esta vez. Dejo que me bese. Que explore mis labios. Espero su lengua. Aún torpe. Pero más decidida. Explorando. Con menos miedo.

Cuando se separa, he subido su túnica hasta casi sus pechos. Ella se mira. Se sonroja. Se muerde el labio inferior. Y se desnuda ella misma. Quedándose en ropa interior. Blanca. De encaje

–Bonita ropa interior. No sabía que aquí las esclavas llevaban ese tipo de ropa.

–Es… Ta Ding me la dio hace tiempo– aclara ella, avergonzada.

–Dale las gracias de mi parte– digo antes de volverla a besar.

Mientras lo hago, con una mano acaricio su pecho. Con la otra, libero su sostén. Dejo sus labios entonces para lamer sus pezones. Para succionarlos. Para morderlos. Ella me pone las manos sobre mi cabeza. Agarra mi pelo con fuerza, para alguien sin cultivación.

Estoy un minuto jugando con sus pechos. Son algo más grandes que los de su hermana. Luego bajo. Hasta su entrepierna.

–Están mojadas. Será mejor quitarlas.

Ella quiere decir algo. Se calla. Sigue roja. Quizás más. Me deja hacer.

–Ya me habían advertido que a veces era malo. No tenía que decirlo– se queja en voz casi inaudible, como hablando sola –. ¡¡AAAAAAaaahhh!!

Ataco su clítoris como represalia. Compruebo su vagina. Oh. Así que eso quería decir que su hermana la protegía. Es virgen. Tendré que ir con cuidado. Aunque ya está bastante mojada. 

Sus manos vuelven a estar agarrando mi pelo. Apretándome contra su entrepierna mientras gime. Supongo que cegada por la pasión. No tarda mucho en correrse.

Espero a que se recupere. Acariciando sus muslos y caderas. Como con su hermana, pongo mi miembro frente a su entrada. Ella lo mira. Parece asustada.

–¿Continúo?– pregunto.

–¿No es muy grande…? ¿Va a doler?– pregunta temerosa.

–No debería, al menos no mucho. Pronto te sentirás bien– le aseguro.

–Yo…– mira indecisa.

Me aparto. Me siento a su lado. La cojo y la siento sobre mí. Mirándome. Ella no se resiste. Aunque está nerviosa.

–Hazlo tú. Así puedes decidir– le propongo.

Ella me mira. Indecisa.

–Cógelo, no muerde– me río.

Ella se sonroja más. Finalmente lo intenta. Mi miembro se desliza por fuera. Me río. Me mira molesta. Vuelve a intentarlo. Esta vez casi entra. Nerviosa, lo ha soltado un momento antes. Me aguanto la risa. Irritada, lo coge y se sienta de golpe. Metiéndolo hasta el fondo.

–¡¡Aaaaauu!! ¡Duele!– se queja. Una lágrima asoma por su ojo izquierdo.

–Tonta, no tan bestia– la regaño con suavidad.

La abrazo. Muevo el qi para reducir el dolor. Hasta que parece que está mejor.

–Muévete despacio. Con suavidad. Ves acelerando poco a poco. Siempre que no te duela– le explico.

Ella asiente. Con la cabeza baja. Necesita un beso. Con lengua. Hasta el fondo. Con su culo siendo acariciado.

–Vamos, preciosa– la animo.

Ella empieza a moverse. Me aseguro de ir añadiendo qi. De que vaya sintiendo placer. No tarda en empezar a gemir. En mirarme con pasión. En pedirme que la bese de nuevo. En acelerar. En ganar confianza. Sus pechos no dejan de rozar contra mi cuerpo. Lascivos. Su interior apretado, contra mi miembro.

Cuando se corre, se queda abrazada a mí por un par de minutos. Luego se deja caer hacia atrás. Arrastrándome. Dejándome la iniciativa. Sonriendo. Preciosa.

La penetro despacio primero. Pero veo en sus ojos que quiere más. Al final, acabo entrando y saliendo en ella con más intensidad de la que esperaba. Era virgen apenas hace unos minutos.

La hago correrse cuatro veces, antes de dejarla tumbada sobre la cama. Jadeando. Llena de mí. Has sido intenso. Delicioso.

–Ha sido increíble, gracias– me dice con voz entrecortada.

–También para mí– la beso.

–Ves con ellas, te estarán esperando. Déjame descansar– me pide.

Asiento. Aunque antes le doy un beso más. Luego salgo con cuidado. Sigo desnudo. Mi ropa está en la otra habitación


next chapter

Chapter 122: Hermanas, de dos en dos (II)

–¿Cómo ha ido? ¿Cómo está Meixiu?– me pregunta An cuando me ve entrar.

–Está bien, descansando.

–¿Descansando? Je, je. Así que al final se ha decidido. ¡Sabía que podrías!– me alaba Dandan.

–¡Cuéntanos los detalles!– pide An.

–Tendréis que preguntarle a ella– me niego.

–Aguafiestas– se queja, inflando las mejillas.

No puedo contenerme. Aprieto las mejillas con los dedos índices. Su hermana se ríe. Ella me saca la lengua. Yo la beso. Su hermana se tira sobre mí. Rodamos por la cama. Riendo.

Las acabo follando a cuatro patas a las dos. Desnudándolas del todo. Esta vez con más paciencia. Alargando más sus orgasmos. Jugando más con sus culos. Sus pechos. Incluso mejorando ligeramente sus meridianos. Ayudándolas un poco con su cultivación.

Mientras descansan y yo saboreo unos frutos rosados, llaman a la puerta. Es Jiao. Me sonríe tímidamente.

–Meixiu está en mi habitación. Des-can-san-do– le indica Dandan entre risas –. No hace falta que llaméis luego.

No entiendo muy bien qué quiere decir. Jiao se sonroja.

Al cabo de un rato, Dandan me está cabalgando. An me sujeta las manos. Inmovilizándome. Aunque sin mucha fuerza. Se me ha ocurrido decir que estaba a mi merced cuando estaba jugando con su pezón. Han decidido someterme. Sin duda, sus pechos rebotando son obscenos. Deliciosos.

Luego se turnan. En algún momento, han entrado Meixiu y Jiao. Se nos quedan miran fijamente. Meixiu tiene el cabello algo revuelto. Y la ropa arrugada.

–Ah… Cuidad de él mientras… descansamos. Aah…– les pide An, otra vez llena de mí, y recuperándose del orgasmo.

Jiao y Meixiu se acercan. Mientras lo hacen, se quitan la ropa con timidez. Sus cuerpos desnudos son preciosos. Y eróticos. Me besan. Juegan con mi miembro. Meixiu más torpe aún que su hermana. Por lo que Jiao se ríe de ella.

Cuando Jiao se levanta para cogerme algo de fruta, su hermana me susurra al oído.

–Fóllatela. Es más tímida aún que yo.

De hecho, no sé quién lo es más. De todas formas, me levanto. La cojo de las caderas mientras está agachada. Está mojada.

–¿Quieres hacerlos así, contra la mesa?– le pregunto.

Sé que ha tenido malas experiencias. No quiero forzarla a hacer nada.

–No preguntes, solo hazlo– casi me regaña.

Quizás no debería haberme preocupado. La empujo contra la mesa. Sus pechos apretados a ella. Apoyado con las manos en sus caderas, entro en ella poco a poco. Aunque no tardo en acelerar. Mientras ella gime.

–¡¡Aaaah!! ¿Por qué paras?– se queja poco después.

–Meixiu, ¿podrías coger la fruta? Se va a caer.

Ella asiente. Mientras yo vuelvo a moverme en el interior de Jiao. Luego atraigo a Meixiu hacia mí. Besándola mientras me follo a su hermana contra la mesa. Dominándola. Llevándola al orgasmo. Dejándola en el límite hasta que veo a An moverse. Entonces la lleno. La dejo correrse.

–Eso parece muy excitante– sugiere An.

Le sonrió. Llevo a Jiao en brazos hasta la cama. Ella abrazada a mí sin mirarme. Cuando vuelvo, An está sobre la mesa. Su culo levantado hacia mí. Me agacho para lamer su vagina. Para excitarla más.

–¡¡¡Aaah!!! ¡Kong! ¡AAaasí! ¡¡HHHAAaaaahH!!.

La penetro de golpe al cabo de un rato. Bombeo en ella con fuerza desde el principio. Incluso la azoto alguna vez. No se queja, todo lo contrario. Meixiu nos mira. Con la boca entreabierta. Finalmente, An tiene un intenso orgasmo. Espero que las paredes estén insonorizadas.

–¡Aaaaah! Kong… Llévame a la cama– me pide.

Creo que puede ella sola. Pero no puedo negarme a consentirla. Como a Jiao, la cojo en brazos. La beso por el camino. La dejo con suavidad. Luego vuelvo a la mesa. Dandan está esperando. Sin decir nada. Moviendo su culo sugerente. Al que doy una palmada.

Dandan también parece disfrutarlo. Y también me pide que la lleve a la cama. Cuando me giro, está Meixiu esperando. Contra la mesa. Roja.

Me aseguro que esté lubricada antes de penetrarla. Y de acelerar poco a poco. Aunque no parece que hiciera falta. ¿De verdad era virgen hace solo un rato? Supongo que gran parte de la culpa es de An y Dandan. Puede que de Sai. Les han estado hablando de mí. Supongo que no puedo decepcionarlas.

Estoy toda la noche follándomelas. A Dandan, An y a una de las otras dos hermanas. Las hago turnarse, pues no tienen cultivación. No aguantan tanto. No pueden mantener el ritmo de las hermanas de Sai.

—————

– Ya se nos ha acabado el yin– se lamentan tras cultivar por última vez.

–Bien, entonces ya no he de tener compasión– las amenazo.

–¿¡Qué quieres decir!?– pregunta An, queriendo parecer asustada.

La acabo poniendo bocabajo sobre la cama. Follándola contra esta. Orgasmo tras orgasmo sin descanso. Hasta que termina completamente agotada. Satisfecha.

Las otras tres me esperan en la misma posición. Tentadoras. Sonrió. Les doy una suave palmada a cada una. Se quejan exageradamente.

Me las follo una a una. Vengándome de cuando me han atado entre las cuatro. Perforando sus vaginas una y otra vez. Disfrutando de como me aprietan. Sobre todo, cuando se corren.

–Kong malo– me critica An, mientras se acurruca junto a mí.

–Perverso– la apoya Dandan, abrazándome.

–Ha sido increíble– me alaba Jiao.

–No puedo más… Era virgen, ¿sabes?– se queja Meixiu.

–Debes estar encantada de no serlo más– se ríe Dandan.

–No me hagas decirlo– se sonroja Meixiu.

An y Jiao se ríen. Pronto, se acaban todas durmiendo. Lo que no esperaba era que la quinta apareciera un rato después.

–Es una pena que no pueda hacerlo por ahora. Pero, ¿puedes abrazarme?– me pide Sai.

¿Cómo negarme?

—————

An y Dandan se sorprenden al ver a su hermana. Esta se ríe. Todas me abrazan. Sai se queja de no poder tener sexo hasta que acabe de cultivar. Pero no por ello deja de besarme. A las otras cuatro vuelvo a follarlas. Da Ting les había dado el día libre. Muy considerada. Cada vez me cae mejor.

Meixiu y Jiao deberían poder llegar pronto a la primera etapa. No pueden usar la técnica de las tres hermanas. Sai, An y Dandan son especiales por su físico. Deberían poder avanzar muy rápido.

A pesar de ello, a las dos hermanas las cuidan bastante bien. Tienen que hacer su trabajo, pero no pueden abusar de ellas. Es la política de la facción ilusioria. Aunque a veces algunos presionan a las esclavas. No obstante, Meixiu y Jiao son las sirvientes directas de Da Ting, así que tienen una protección adicional.

Sai en persona me acompaña fuera. Meixiu está indispuesta. Tumbada sobre la cama. Llena de mi semen. Que esté ella conmigo hace que las miradas sean aún más intensas de lo normal. ¿O lo imagino?

–Malditos idiotas egoístas ególatras– los insulta Sai entre dientes.

Está claro que su actitud no les hace ganar puntos con ella.

–Hasta pronto– me despido cuando llego a la salida.

–Menos de un mes– me susurra ella, sonriendo.

Nos hubiéramos besado, pero no queremos atraer más problemas hacia mí. Ya me odian suficiente.

—————

Hoy llego un poco más tarde a hacer las copias. Tampoco es que pase nada. Podría incluso no ir. Suelo llegar de los primeros, muchas veces el primero. En realidad, no hay un horario.

Aprovecho para pasarme por el almacén donde están las copias a tirar. No he encontrado muchos manuales nuevos últimamente, pero no estoy aquí solo por eso.

Algunas páginas tienen errores nada más empezar. Es decir, las descartan casi vacías. Es posible limpiarlas, pero prefieren procesarlas todas juntas. Las calientan, forman una especie de pasta, y crean nuevas hojas, con ayuda de qi y ciertas técnicas de por medio. Es un proceso secreto. Al menos, no tengo acceso a él.

No puedo coger las páginas nuevas sin más. Pero no es problema si algunas de las casi vacías desaparecen. Limpiarlas es un proceso un tanto pesado, pero para eso tengo esclavas. Además, a Guo Hai no se le da mal.

También les paso los tinteros vacíos. Con un poco de paciencia, se pueden extraer algunas gotas que han quedado. Solo tengo que devolver los tinteros otro día, aunque tampoco es que se preocupen mucho por ellos. No tienen casi valor, pero sí su contenido. Por ahora, hemos conseguido llenar medio tintero.

El objetivo es poder copiar algunas técnicas que vaya cogiendo. Por ejemplo, la de movimiento. De esa forma, siempre podremos consultarla. Y puedo ir añadiendo páginas a medida que aumente la cultivación. Aunque tenga que pedirla otra vez cuando eso suceda.

Todas las chicas la están aprendiendo, turnándose. E incluso yo. Así que tendría que quedármela demasiado tiempo. Copiarla no me lleva tanto. Además, me permite estudiarla de otra forma. Lo cual me es útil para comprenderla, o para momentos como el actual.

–No me acaba de salir bien. No lo entiendo. Hago los tres movimientos perfectamente– se queja Shi.

–Pues tú eres la que lo lleva mejor– suspira Liang.

Bueno, es normal que se tarden incluso meses en dominarla. Son un poco impacientes. Aunque quizás pueda ayudarlas un poco.

–No son tres movimientos, son siete– las contradigo.

–¿Eh? ¿Seguro? No puede ser que nuestro Kong sea más listo que nosotras– duda Yi.

Las demás ríen. En serio… Luego me miran, esperando una explicación.

–Para ver la animación, hay que poner qi. Siempre queda un poco residual. Si se quita todo, como hago para copiar los cuadernos, puedes ver lo que hay debajo. Así, ¿lo veis?

En la página aparecen las siete posiciones, estáticas. Claro que es imposible estudiarlas directamente. Faltan muchos datos. Es muy difícil leer e interpretar la información de los hilos directamente. Los que se entrelazan con las imágenes. Pero, si sabes que están, es más fácil buscarlas en la animación. Es más fácil saber si te falta alguna. O asegurarte que las tienes todas.

–¿¡Por qué no lo habías dicho antes!?– me regaña Song, aunque luego me da un beso en la mejilla.

Se quedan un rato estudiando la página. Bueno, excepto Wan. Hace rato que se ha ido a refinar y mezclar no sé qué hierbas. Tiene un montón de líquidos guardados y etiquetados.

Supongo que también tendré que explicárselo a las esclavas cuando se lo deje. De hecho, debería hacerlo ya. Tienen otras técnicas.

Al poco rato, empiezan discutir sobre la animación. A señalar puntos. A ponerla una y otra vez. A identificar los sutiles cambios. Reconozco que también estoy aprendiendo. A pesar de que la cola de Rayitas me hace cosquillas en el pie. Y que a Terror le gusta trepar a mi cabeza.

Shun quizás se sienta un poco marginada. Pero pronto tendrá qi. Podrá empezar a probar si quiere. De hecho, parece ilusionada. Por ahora, está dando de comer a Wei. Son adorables. Era un crimen separarlas. Prefiero no pensar cuántos de esos crímenes se cometen cada día.

Lo malo, es que no tardan en irse todas a practicar. Parecen ilusionadas. Sin duda, algo han entendido. Y me dejan solo.

—————

–¡Gracias Amo!– exclama Rui cuando le explico como ver las imágenes de debajo.

Antes de follármelas por la noche, les he explicado lo mismo que a las chicas.

Ning no parece tan entusiasmada, pero presta atención. No quiere que la vuelva a castigar.

Rong no sé qué piensa. No le toca ahora, pero quería explicárselo también. Ya que está, disfrutaré de ese enorme culo y esas tetas gigantescas.

Hai tiene los ojos muy abiertos. Me mira con casi adoración. O sin el casi. La verdad es que no entiendo que no sea algo que sepa todo el mundo. Las gemelas y Lang me han asegurado que no lo es.

Bronceada parece muy interesada. Me hace incluso una reverencia.

–Gracias Amo– agradece con aparente sinceridad y respeto.

–Entonces dame un beso– le pido, señalando mi mejilla.

Ella sonríe por un momento. Vaya, ¿había visto antes esa sonrisa? Se acerca y me besa en la mejilla. Incluso parece dulce. ¿Quizás ha mejorado su lealtad un poco más?

–Puedes elegir como lo quieres. Date prisa– le ofrezco.

Ella me mira un momento. Se sienta entonces sobre mí. Dándome la espalda. Mi miembro rozando su entrada. Jugueteo con sus pechos y entrepierna. Cuando está mojada, se levanta para meterme dentro.

Se mueve de arriba a abajo. Golpeando su firme culo contra mis caderas. Mientras yo sigo jugando con ella. A veces pellizcando sus pezones. A veces acariciando sus líneas de bronceado. Ocasionalmente, ataco su clítoris.

Rui lo hace igual, pero de cara. Besándome. Y con más intensidad.

A Rong no le doy opción. La siento como a Rui. Quiero ver esos enromes pechos rebotando. Los atrapo con mis manos o boca de vez en cuando. Su cuerpo se rinde al placer. Su alma sigue cabezota.

Hai prefiere hacerlo de espaldas. Yo compruebo que sus pechos sigan creciendo correctamente. Me gustan que no estén muy duros. Poderlos ver botar. Poderlos estrujar.

Ning de frente. Tiento su culo con su dedo. Diciéndole que, si se aplica, se lo penetraré. Sin duda, es muy intensa.


Load failed, please RETRY

Weekly Power Status

Batch unlock chapters

Table of Contents

Display Options

Background

Font

Size

Chapter comments

Write a review Reading Status: C121
Fail to post. Please try again
  • Writing Quality
  • Stability of Updates
  • Story Development
  • Character Design
  • World Background

The total score 0.0

Review posted successfully! Read more reviews
Vote with Power Stone
Rank 200+ Power Ranking
Stone 18 Power Stone
Report inappropriate content
error Tip

Report abuse

Paragraph comments

Login

tip Paragraph comment

Paragraph comment feature is now on the Web! Move mouse over any paragraph and click the icon to add your comment.

Also, you can always turn it off/on in Settings.

GOT IT