Van le explicó a Rain que su visita anterior a la zona, donde tuvo una reunión privada con Isa, había causado un gran revuelo entre las autoridades de esa región. Aunque habían pasado solo dos meses desde esa visita, la situación se había vuelto tensa.
La reticencia de Isa a reunirse con otros funcionarios o revelar los detalles de su conversación con Rain había levantado sospechas y llevado a un escrutinio incrementado de parte de los que estaban en el poder. Este secretismo había creado una atmósfera de incertidumbre y desasosiego entre las autoridades locales, que estaban ansiosos por saber qué había transcurrido durante la visita de Rain.
—Entonces, ¿ya no puedo hablar con ella? —preguntó Rain. —Supongo que tiene sentido, puedo imaginar sus políticas por aquí.