«Si agrego más hielo y apunto correctamente... deberían ser útiles, y puedo evitar causar tsunamis», pensó Rain. «¿Qué sigue?»
A medida que las batallas con los dragones escalaban a proporciones épicas, Rain descubrió que su conocimiento tradicional de tácticas y estrategias era cada vez menos efectivo. La escala de los conflictos había crecido hasta un punto donde los métodos convencionales ya no eran suficientes. En respuesta, Rain se dio cuenta de que necesitaba depender más de su creatividad y adaptabilidad para superar los desafíos que imponían los dragones. Ya no se trataba de seguir un plan establecido sino de pensar rápido y encontrar soluciones innovadoras a los problemas en constante evolución que enfrentaban.
Rain tenía algunas ideas que valían la pena probar... que reducirían las posibilidades de que los dragones huyeran y también disminuirían la posibilidad de tsunamis. Sin embargo, sería arriesgado para los guerreros.