—El rostro de Rain se torció en una mezcla de incredulidad y tristeza mientras miraba el vientre creciente de su madre —dijo Rain—. No pudo evitar soltar un suspiro exasperado y frotarse las sienes, deslizando la mano por su cara en un gesto de desesperación.
—Parecía que no importaban las circunstancias o el caos que los rodeaba, su madre tenía un don para quedar embarazada en los momentos más inconvenientes —continuó pensando—. Era como si el destino jugara una cruel broma, añadiendo otra capa de complejidad a sus ya tumultuosas vidas. Rain no podía dejar de preguntarse por qué siempre parecía suceder de esta manera.