La respiración agitada y los fuertes mareos no se hicieron esperar, pero el frío que envolvió el cuerpo de Kimi lo hizo olvidarse de esa sensación.
El ruido de los árboles, moviéndose lentamente por la suave brisa nocturna, y sin presencia alguna de animales cerca de él, un silencio que hiela la sangre.
Kimi se levantó lentamente y mientras recuperaba el aliento miró a sus alrededores, no veía nada, la oscuridad era demasiada profunda y solo la luz de la luna le daba breves indicios de donde se encontraba.
"Debo moverme rápido, no conozco ni siquiera donde estoy, y hay criaturas merodeando según el sistema"
Kimi se movió de su lugar y caminó sin rumbo, perdido en lo que podría ser incluso su primer y último paso para salvar el mundo.
A lo lejos, una fogata le dio un camino a seguir y se acercó lentamente buscando indicios de vida. No había nadie ahí, solo algunas tiendas de acampar primitivas como hechos por alguna tribu primitiva.
Exploró las tiendas para acampar, pero no encontró más que una lanza rota por la mitad y un collar de oro, tomó la lanza aún con una cuchilla de obsidiana como arma, el collar el cual se puso y buscó tela de las tiendas de campaña para hacerse una antorcha con alguna rama y la fogata.
Haciendo la antorcha y con mayor valentía decidió salir en busca del monstruo, pues si no lo caza nunca podrá regresar a casa.
Paso a paso, y con un nudo en el cuello caminó a través de esos frondosos árboles que parecían abrirle paso a su muerte inminente.
Con un poco de esfuerzo logró ver un pequeño templo dedicado a algún dios, caminó cerca y un olor metálico atacó su nariz, unos cuantos cadáveres amontonados de indios con taparrabos completamente irreconocibles encima de un altar para sacrificios.
"Se escuchan pisadas"
Kimi volteó en sí y logró ver algo sorprendente y aterrador, un cuerpo decapitado con el pecho partido a la mitad y con un corazón aún vivo sosteniendo el cuerpo de un pequeño niño indígena partido por la mitad que chorreaba sangre.
Kimi vomitó al instante de ver esa escena. Había visto muertos antes, pero esa imagen realmente lo perturbó y lo llenó de asco. Con mucho esfuerzo le gritó al monstruo: "¿Porque?". Kimi talvez preguntó dirigido al mismo sistema sin recibir ninguna respuesta,
Kimi recobró la compostura pensando que nada de eso era real y justo cuando Kimi alzó su lanza a una mano, el monstruo gritó y la mano con la que sostenía al cadáver del niño y el cadáver en sí, se fusionaron en un hacha hecha de hueso y músculo.
De manera bestial el monstruo se abalanzó contra Kimi y trató de asestar un corte, Kimi de manera rápida lo esquivó a duras penas y contraatacó con la lanza, que de manera sorprendente se rompió al contacto de la piel del monstruo.
Kimi comenzó a correr intentando escapar, ya no quería enfrentarse a algo tan peligroso, nunca pensó que esa cosa era inmune a los cortes.
Kimi logró escapar y esconderse entre los árboles, pronto se subió a uno y esperó. Su descanso por lo rápido de las experiencias era lo que buscaba, pero no lo encontraría tan fácil.
Al cabo de un rato de descansar en el árbol y al no escuchar ruido alguno, cerro los ojos, cuando de repente sintió como temblaba el árbol acompañado de un sonido estridente.
El monstruo comenzó a talar el árbol en el que Kimi se encontraba, y Kimi en menos de un segundo saltó del árbol. Lamentablemente, Kimi calló mal y se rompió el tobillo.
Un grito terrible cruzó los árboles y con una mirada temblorosa Kimi vio al monstruo acercarse, Kimi solo atinó a arrastrarse de espaldas hasta que chocó con otro árbol y usándolo se apoyó se levantó.
El corazón latía a mil por hora y los escalofríos no tardaron, pero una mirada decidida cruzó el rostro de Kimi.
"¡Soy el salvador de la Humanidad, no puedo morir aquí!"
Ese grito sonó de Kimi y se abalanzó en contra del monstruo, el cual volvió a empuñar su hacha contra Kimi.
La mano ensangrentada y cortada a la mitad sostenía un corazón que aún latía, y con un temblor, lo aplastó, dos cuerpos cayeron, y una voz se escuchó en la noche.
"Misión completada, Preparando regreso del host"