¡Whoosh!
Con una ráfaga de viento, apareció otra Naga con alas rojas oscuras. Era esa sacerdotisa Naga. Ella se llevó a la Katyusha que caía. Link no los persiguió. El poder de la Lanza de la Victoria era obvio. Si los perseguía y Katyusha actuaba de nuevo, se terminaría el juego para él.
Él continuó descendiendo con la inconsciente Celine.
Los tres guerreros Dragón Rojo tampoco se atrevieron a perseguirlas. Volaron en el aire, salvando a las almas desafortunadas con paracaídas dañados. Después de una ráfaga de actividad, el grupo aterrizó.