Pueblo de Creekwood, posada Noche del Dragón.
Elin dio la bienvenida al inesperado visitante.
—¿Dónde está Link? —preguntó la persona apenas entró.
Era una guerrera dragón rojo. Llevaba ropa de dragón ordinaria y maquillaje. Habiendo escondido sus ondas de poder dracónicas, se veía un dragón normal. Pero esto no engañó a Elin.
Rodeó a la guerrera dragón y sonrió.
—Entonces, ¿eres la Felina de la que habla Link?
—Sí. ¿Dónde está? ¿Cómo es que no lo veo? —Felina miraba de lado a lado. Algo le había pasado a la reina, pero estaba prohibido que la noticia se difundiera. El Templo Dragón necesitaba guardias, por lo que se había visto obligada a quedarse allá. Se había escapado para hacer una visita durante su descanso.
En cuanto a los dos genios extranjeros que había traído... eran como pequeños muñecos para los ancianos dragones. Estaba bien dejarlos esperando un rato.