—¡Gale! —Swan alzó la voz, pero Gale no quería andarse con rodeos sobre este problema.
—¿Qué? Dejé claro desde el principio que TÚ eres mi única esposa. Nunca tuve la intención de conseguir otra, y nunca lo haré —declaró Gale en voz alta y clara—. Ya le dije a Jade que esta sería la última vez que hiciera este tipo de trucos. Si se atreve a traer otra novia al reino, entonces le prohibiré que vuelva al reino jamás.
—Pero, Long Xiurong es
—Está bien, Princesa —interrumpió Long Xiurong, ya que no quería que pelearan por su estatus—. Entiendo mi posición. El Rey Bestia lo ha dejado claro, y no tengo intención de desafiarlo.
—Gracias por su bondad, Su Majestad. No se preocupe, nunca perturbaré su paz con la Princesa Swan. Pero si es posible, permítame encontrar a mi compañero en este reino, tal vez lo encuentre… eventualmente —Long Xiurong desvió su mirada hacia el majestuoso Rey Bestia y dijo.