[Recomendación Musical: Akane - Color Me Blue.]
—Tú... —Gale se quedó sin palabras por lo que Swan acabó de decir. Siguió mirándola en silencio, esperando que ella retirara sus palabras y dijera que no quería que él marcara a otra mujer, pero Swan no dijo nada más. El frustrado Rey Bestia preguntó:
—¿Por qué dijiste eso? ¿No me amas también?
—¿Quién dijo que no te amo? Es precisamente porque te amo que no quiero que sufras por mi egoísmo —respondió Swan. Estaba al borde de las lágrimas, pero se mantuvo fuerte para no derramar ni una lágrima frente a Gale. Ella sabía que Gale eventualmente tendría que encontrar a su verdadera compañera, y Swan no era esa mujer. Era un sacrificio propio que le correspondía.
—Te dije que siempre estoy dispuesta a sacrificarme si mi cuerpo puede ser útil. Lo mismo ocurre con mi amor. Si mi amor solo te carga, entonces creo que también puedo sacrificar eso.
—Swan, te amo. ¿No es eso suficiente para ambos?