—¿Dónde está ella? —preguntó Juliette suavemente.
El interlocutor estuvo en silencio por un momento antes de responder —En el Callejón de las Orquídeas.
La expresión de Juliette se volvió fría.
Había oído hablar de este lugar antes. Era una tierra oscura.
Definitivamente no era un lugar para que la gente se quedara.
No esperaba que Lance fuera tan despiadado. Después de todo, era la chica que amaba.
—Señorita Beckford, Yazmin no está en buenas condiciones. ¿Quiere salvarla?
—Sálvenla y trátenla. No necesitamos preocuparnos por ella nunca más —dijo Juliette con una sonrisa.
—Está bien, señorita Beckford.
Juliette colgó el teléfono y clavó sus uñas profundamente en su palma.
La vileza y crueldad en sus ojos hacían sentir escalofríos.
Una persona que había sobrevivido en ese tipo de lugar tendría un fuerte odio en su corazón.
No había necesidad de que Juliette sugiriera nada en absoluto, pues ella sería más loca de lo que Juliette había imaginado.
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