Hice todo lo que pude para cooperar con lo que Magnolia quería que hiciera. Una vez que todo estuvo terminado, finalmente pude dejar mi habitación y tomar algo de aire fresco.
La tarea era conseguir el pelaje de Luther. Esa era la misión que Theo, quien aún quería ser llamado Tallis, me había dado. No sé de dónde vino su confianza en mí, pero supongo que ninguno de los dos tenía otra opción.
Tallis no reaparecería hasta la hora acordada para nuestro encuentro. Y más me valdría tener lo que necesitábamos para entonces...
Necesitaba pensar cómo acercarme lo suficiente a Luther para conseguir su pelaje de lobo. Al salir a los jardines, me paseé por los pequeños senderos observando las flores.
En la entrada del jardín, habían preciosos tulipanes e iris asomando a través de una cobertura vegetal verde que tenía pequeñas flores azules. Los jardines estaban bien cuidados y eran tan vibrantes y coloridos.