Al escuchar esta voz, la expresión de Hou Baoguo era gélida.
—Jia Songshan, llegas en el momento perfecto —dijo.
—Hoy, voy a enseñarle a esta bestia una lección a fondo —declaró.
Dicho esto, Hou Baoguo salió marchando.
En ese momento, en la sala de estar, un hombre de unos treinta años con un traje elegante estaba sentado en el sofá.
Ese hombre era Jia Songshan.
Al lado de Jia Songshan había un hombre de mediana edad, de unos cincuenta años.
Zhou Yu reconoció de inmediato que este hombre de mediana edad estaba en la cima del reino Innato.
Ocho o nueve de cada diez, era este hombre quien había herido a Hou Baoguo.
Al ver a Hou Baoguo, Jia Songshan pareció sorprendido.
—Viejo Hou, no esperaba que pudieras levantarte tan pronto a tu edad, eso es realmente impresionante —comentó.
Hou Baoguo soltó un resoplido frío.
—Jia Songshan, hoy, voy a disciplinarte adecuadamente por el bien de tu abuelo —dijo Hou Baoguo.
La cara de Jia Songshan estaba llena de burla.