Ante los regaños del Director Li, Zhou Yu permaneció impasible y en cambio miró hacia Lv Fang.
Lv Fang era muy consciente de lo formidable que era Zhou Yu.
Ciertamente no pensaba que Zhou Yu fuera algún tipo de estafador callejero.
Sus nervios se tensaron instantáneamente.
—Zhou Yu, ¿qué es exactamente esta técnica de maldición de la que hablaste? ¿Puedes romperla? ¿Correrá peligro la Tía Qiao? —preguntó Lv Fang.
—Esta técnica de maldición es en realidad un tipo de hechicería. De hecho, tiene algunas similitudes con la hechicería que tu hijo, Lv Kai, encontró antes —respondió Zhou Yu.
Tan pronto como escuchó la palabra "hechicería", la cara de Lv Fang cambió drásticamente.
—¿Podría ser que la persona que atacó a mi hijo y a mi esposa sea la misma? —continuó con la pregunta.
Zhou Yu asintió.
—No podemos descartar esa posibilidad.
—Qué tal si me doy una vuelta por tu casa en un rato.
—Sí, sí, sí —respondió rápidamente Lv Fang.
—Entonces, Zhou Yu, mi esposa...