—¡Yuwei, feliz cumpleaños! —Ling Feng sacó una caja exquisita de su abrazo y se la entregó a Liu Yuwei.
Liu Yuwei la aceptó con gusto y miró a Liu Tingyu, que estaba de pie junto a Ling Feng. Sonrió y dijo:
—Hermana mayor, no esperaba que tú también cayeras. ¡Parece que el encanto de mi hermano es bastante algo!
Liu Tingyu y Liu Yuwei se habían conocido una vez antes, y ahora Liu Tingyu había bajado la guardia. Ella sonrió y dijo:
—Ling Feng, ¿quién crees que ha caído?
Ling Feng levantó las manos y dijo:
—Fui yo, caí por tu ternura. ¿Estás satisfecha ahora?
—Yuwei, ¿quién es este... —Liu Yuntian se acercó, su mirada titilante de duda mientras miraba a Ling Feng. Algo de este joven le resultaba muy familiar.
Liu Yuwei, sosteniendo la mano de Ling Feng, respondió:
—Papá, este es mi hermano jurado. ¡Aproveché esta oportunidad para presentártelo!