Alejandro asintió rígidamente, aunque no se relajó completamente. Se volvió hacia Dion, que acababa de regresar —Asegúrate de que todo esté listo para el traslado. No quiero demoras cuando llegue el momento.
Dion asintió rápidamente —Ya está todo listo, Jefe.
Sanya se acercó a Alejandro, colocando una mano tranquilizadora en su brazo —Ella está fuera de peligro, Alejandro. Eso es lo más importante ahora mismo.
William intervino —Nos quedaremos aquí contigo hasta que se despierte.
Alejandro no respondió de inmediato, sus ojos fijos en las puertas que llevaban a la sala de recuperación —No la dejaré sola —dijo suavemente, casi para sí mismo.
Luego miró a Tim y exigió —Quiero verla ahora mismo.
Tim permitió que Alejandro entrara a la sala de recuperación, donde inmediatamente caminó hacia la cama de Rain. Su postura habitualmente compuesta se quebró mientras contemplaba su pálida forma inconsciente. Tomando su mano suavemente, la presionó contra sus labios, sus ojos empañándose.