EL chico se levantó lentamente. Su cabello negro estaba desordenado y un poco más largo de lo normal, la mayor parte cubría la mitad superior de su rostro. Lo único que Luo Yan podía ver claramente eran sus delgados labios.
El chico medía alrededor de 170 cm de altura, unos centímetros más bajo que sus hermanos. Llevaba puesta una camisa azul claro que le quedaba grande para su delgado marco, lo que destacaba sus brazos ligeramente delgados.
—¿Estás bien? —preguntó Luo Yan al notar los rasguños en sus rodillas.
—Lo siento mucho. Perdí mis gafas y apenas puedo ver —se disculpó el chico—. ¿Golpeé a alguien?
—Así que lo que dices es que simplemente te tropezaste aquí por tu mala vista? —preguntó Luo Jin, muy escéptico.
—Sí, lo hice —respondió el chico, claramente no escuchó el escepticismo en la voz de Luo Jin—. Lo siento mucho.
—Si terminaste, entonces puedes seguir tu camino —dijo Luo Ren fríamente.