—Estoy mejor mamá, solo un poco de dolor corporal aquí y allá, pero estaré bien enseguida... —Ella le sonrió calurosamente con la boca llena de pan, anoche, cuando regresaron, fueron a sus habitaciones sin comer nada debido al agotamiento y se quedaron dormidos. Pero ahora, tenía hambre y sentía ese dolor de hambre que nunca había experimentado.
—¿Recuerdas de lo que hablamos el otro día? —mientras acariciaba y pasaba sus dedos por su cabello, ella preguntó tratando de saber si realmente entendía lo que le había dicho y cuán seria era.
—¡Sí, mami! No te preocupes, no te decepcionaré esta vez, te escucharé completamente y haré lo que se espera de mí... —Ella besó rápidamente la mejilla de su madre que estaba de frente a ella.