—Yan Jiaojiao entró corriendo a la tienda y no pudo esperar para comprar varias fichas.
—Ruo Xuan miró las placas con los números con curiosidad, pero no tenía intención de comprar ninguna.
—Al ver que solo miraba y no compraba, Yan Feng pensó que ella no tenía plata y dijo: "Xuanbao, si quieres comprar algún número o patrón, el Hermano Feng lo comprará para ti".
—Ruo Xuan sacudió su pequeña cabeza: "No voy a comprar".
—El Señor Divino Xuanyuan dijo que no comprara.
—¿En cuanto a por qué no comprar?
—Porque ella podía darse cuenta de un vistazo cuáles placas ganarían, y no sería justo para los mortales ordinarios, así que no podía comprarlas, o sino el Dao Celestial la castigaría.
—Aunque sentía que era su poder espiritual, que había cultivado a través de sus propias habilidades, lo que le permitía ver de un vistazo qué fichas ganarían, ¡por qué no podía comprar!
—Pero a veces el Dao Celestial es simplemente tan irrazonable y prepotente!