Esta única frase casi hace que el corazón de Xu En salte a su garganta.
—Él dijo apresuradamente
—Alian, no tenía idea de que Liu Xinming estaba relacionado con tu compañero de clase —cuanto más tenso se ponía Xu En, más claro se volvía su mente, organizó sus pensamientos sistemáticamente—. Dame la información de contacto del Dr. Lance, no envié a nadie a la familia Liu.
—Anoche, ya terminé mi cooperación con la familia Liu —habló metódicamente—. Anoche, después de las nueve, la resucitación de Liu Xinming fue infructuosa y murió.
Bai Lian estaba al tanto de esto; el Director Chen ya se lo había informado.
Pero Yan Lu y Hermana Xin no sabían, y sus voces casi se quebraron al exclamar:
—¿¡Qué?!
Hay una completa diferencia entre asalto intencional y homicidio intencional.
—¿Cuál es el pánico —Bai Lian arrojó la colilla de su cigarrillo al cubo de basura, los miró, sus cejas y ojos sombreados con una capa de oro, su tono indiferente—. Se lo merecía.
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