Después de decidirse por el "Camino del Corazón Infinito", Ian respiró profundamente, sintiendo la emoción del momento. Esta sería la primera vez que comenzaría un verdadero método de cultivo de energía espiritual, y sabía que este sería un punto de inflexión en su desarrollo. Cerró los ojos por un instante, enfocándose en la conexión con el Sistema del Rey del Infierno.
—Sistema, descarga toda la información del "Camino del Corazón Infinito" en mi mente —ordenó Ian con determinación.
El sistema respondió al instante, proyectando un torrente de información directamente en su conciencia. Ian sintió una oleada de energía recorriendo su mente, una sensación intensa pero controlada mientras cada instrucción, técnica, y concepto se integraba en su cerebro. Visualizó diagramas de meridianos, flujos de ki y patrones de respiración, todo ordenado con precisión. A medida que la información se asentaba en su mente, comprendió claramente lo que debía hacer para comenzar su camino en el cultivo espiritual.
—Información descargada exitosamente —confirmó el sistema.
Ian abrió los ojos, sintiéndose revitalizado y listo para comenzar su entrenamiento. Sin embargo, sabía que necesitaba un lugar especial para maximizar su práctica, un sitio con abundante energía espiritual que potenciara los efectos del cultivo. Entonces, recordó la piedra espiritual de alto grado que había traído de la gruta. Esta piedra podría ser clave para acelerar su progreso inicial.
—Tarek, ven aquí —llamó Ian en voz alta.
Pocos segundos después, Tarek, su goblin de confianza y líder del pequeño ejército que Ian había formado, apareció con rapidez. Tarek era el brujo goblin, su inteligencia y conocimiento místico eran invaluables para Ian.
—¿Me necesitabas, amo Ian? —preguntó Tarek, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.
—Sí, Tarek. ¿Dónde colocaste la piedra espiritual de alto grado que traje de la gruta? Necesito que me lleves a ella.
Tarek asintió rápidamente, entendiendo la importancia de la petición.
—Claro, amo. La coloqué en la cámara de regeneración de energía, como lo ordenaste. Es el lugar con la mayor concentración de energía espiritual en todo el laboratorio. Por favor, sígame.
Ian siguió a Tarek por los pasillos de su laboratorio. Mientras caminaban, podía sentir la creciente intensidad de la energía espiritual en el aire. Pasaron por varias puertas reforzadas, cada una asegurada con mecanismos de seguridad avanzados que solo Ian y sus sirvientes más leales podían atravesar. Finalmente, llegaron a una gran puerta de metal adornada con runas brillantes.
Tarek la abrió y entraron a la cámara de regeneración de energía. Era una habitación amplia, con paredes cubiertas de cristales espirituales que canalizaban la energía del entorno hacia su centro. Allí, en una plataforma elevada, estaba la piedra espiritual de alto grado. Emitía un brillo tenue, irradiando una energía cálida y vibrante que llenaba todo el lugar.
Ian se acercó a la piedra y sintió cómo su cuerpo reaccionaba al influjo de energía espiritual. Era como si cada célula de su ser comenzara a resonar en armonía con la piedra. Una suave corriente de energía fluyó desde la piedra hacia su cuerpo, aumentando su percepción y su estado de alerta.
—Es perfecta —murmuró Ian, satisfecho con la ubicación elegida por Tarek.
Girándose hacia su sirviente, Ian continuó:
—Bien hecho, Tarek. Esta piedra será fundamental para mi progreso inicial en el "Camino del Corazón Infinito". Ahora, voy a empezar mi práctica aquí. Mantén a todos alejados de esta cámara hasta que termine.
—Como desees, amo —respondió Tarek, con una sonrisa leve antes de retirarse de la cámara.
Ian se sentó en la plataforma, directamente frente a la piedra, cruzando las piernas en una postura de meditación. Cerró los ojos y comenzó a respirar de manera controlada, siguiendo las instrucciones del "Camino del Corazón Infinito". La piedra espiritual de alto grado vibraba en sintonía con su energía interior, creando un campo de fuerza a su alrededor. Sentía cómo la energía espiritual de la piedra fluía en su interior, llenando sus meridianos con un poder suave pero poderoso.
Comenzó a visualizar los flujos de energía según el método que había aprendido, dirigiéndolos a través de los meridianos principales de su cuerpo. A medida que lo hacía, sentía cómo su ki se purificaba, volviéndose más claro y potente. Era un proceso lento, pero sentía que cada segundo invertido en esta práctica estaba multiplicando su crecimiento de una manera que nunca antes había experimentado.
—Esto es solo el comienzo… —pensó Ian, mientras continuaba sumergiéndose más profundamente en su cultivo.
El "Camino del Corazón Infinito" lo guiaría en cada paso, y con la piedra espiritual a su lado, sabía que estaba destinado a alcanzar grandes alturas.
Ian permaneció inmerso en su meditación, concentrando su mente y su cuerpo en la práctica del "Camino del Corazón Infinito". La energía espiritual de la piedra fluía constantemente hacia él, envolviéndolo en un suave brillo que parecía resonar con cada inhalación y exhalación que realizaba. La energía era cálida y revitalizante, llenando sus meridianos con una vitalidad que nunca antes había sentido.
Durante las últimas doce horas, Ian había entrado en un estado de trance profundo, donde el tiempo y el espacio parecían no tener significado. Sus pensamientos se disiparon y su conciencia se centró únicamente en el flujo constante de energía espiritual. Poco a poco, sentía cómo su cuerpo se iba adaptando, y cómo su ki se purificaba y se fortalecía con cada ciclo de respiración.
Finalmente, después de horas de cultivo ininterrumpido, Ian sintió un estallido interno de energía. Una oleada de fuerza corrió por todo su ser, llenándolo con una sensación de poder renovado. Abrió los ojos de golpe, y una luz tenue brilló en su mirada. Supo de inmediato lo que había sucedido.
—He alcanzado el primer nivel de Entrenamiento de Ki —se dijo a sí mismo en voz baja, sintiendo una gran satisfacción.
Ian se levantó lentamente de la plataforma, estirando sus músculos mientras sentía la nueva fuerza que fluía dentro de él. La piedra espiritual de alto grado había acelerado su progreso de manera espectacular; lo que normalmente habría tomado días o incluso semanas, lo había conseguido en solo doce horas. Aun así, Ian sabía que este era solo el comienzo, y que su verdadero desafío sería mantener este ritmo y avanzar al siguiente nivel.
Al reflexionar sobre su experiencia, Ian dedujo que, gracias a la energía de la piedra espiritual, podría alcanzar el segundo nivel de Entrenamiento de Ki en unos cinco días más, siempre y cuando mantuviera su práctica constante.
—Cinco días… no está nada mal —murmuró Ian, calculando los pasos a seguir en su mente—. La piedra espiritual realmente es un recurso invaluable para el cultivo. Si puedo mantener este ritmo, podré avanzar rápidamente por los niveles iniciales.
A pesar de su progreso, Ian sabía que debía ser cuidadoso. El cultivo era un camino lleno de peligros y obstáculos, y avanzar demasiado rápido podía llevar a errores costosos o incluso a un desvío fatal en el flujo de energía interna. Necesitaba asegurarse de que cada paso fuera sólido y firme.
Decidió que se tomaría un breve descanso para recuperar su energía mental antes de volver a la práctica. Mientras tanto, también era importante evaluar su entorno y hacer planes para los días siguientes. Aún no sabía qué otros desafíos podrían surgir mientras avanzaba en su cultivo.
—Tarek —llamó Ian, levantando la voz lo suficiente para que su sirviente lo escuchara desde fuera de la cámara.
En cuestión de segundos, Tarek apareció nuevamente en la entrada, inclinándose ligeramente.
—¿Cómo fue tu sesión, amo Ian? —preguntó el goblin con respeto.
—Bastante fructífera. He alcanzado el primer nivel de Entrenamiento de Ki, gracias a la energía de la piedra espiritual —respondió Ian con calma, aunque había un rastro de satisfacción en su voz—. Según mis cálculos, si continúo a este ritmo, entraré al segundo nivel en cinco días más.
Tarek asintió, claramente impresionado por el progreso de su amo.
—Es un avance notable, amo. Si puedo ayudar en algo más, solo dígame.
Ian asintió.
—Por ahora, mantén vigilado el laboratorio y asegúrate de que nadie nos moleste. Necesitaré todo el enfoque posible en los próximos días para seguir avanzando.
—Así se hará, amo Ian —respondió Tarek, retirándose para cumplir con las órdenes.
Ian volvió a su posición de meditación, cerró los ojos y se preparó para sumergirse de nuevo en el cultivo, decidido a seguir aprovechando al máximo la piedra espiritual y avanzar lo más rápido posible en su camino hacia la maestría.