Un mes había pasado desde que Ian comenzó a adaptarse a su nueva fuerza. Durante ese tiempo, su entrenamiento se había vuelto parte de su rutina diaria. Se dedicaba a perfeccionar sus movimientos, a familiarizarse con el inmenso poder que había ganado, y a consolidar su control sobre la energía mágica que fluía en su interior.
Finalmente, llegó el día que tanto había esperado: el momento de absorber el fragmento de cristal de alma. Ian, con determinación, se dirigió al laboratorio donde ya lo esperaba Tarek. Sabía que este paso sería crucial para su evolución y para llevar su poder al siguiente nivel.
—Llegó el momento —dijo Ian con firmeza, mientras se acomodaba en un lugar especial dentro del laboratorio, un sitio cuidadosamente seleccionado donde la energía de la Tierra fluía con gran intensidad.
Tarek asintió y se acercó a Ian, que ya estaba preparado para comenzar el proceso. Ian se sentó en la posición adecuada y cerró los ojos, concentrándose mientras sentía la energía que fluía a su alrededor.
—Empieza —ordenó Ian al sistema.
Al instante, en el cielo sobre Japón, algo increíble comenzó a suceder. Un despliegue de luces y energía extraordinaria se manifestó, algo tan poderoso que las diversas facciones del mundo lo notaron de inmediato. Los cielos se iluminaron con una intensidad jamás vista, y los líderes de estas facciones supieron que algo importante estaba ocurriendo.
—Un tesoro celestial y terrenal está naciendo en Japón —dijeron en varias partes del mundo.
—Envíen a investigar. Preparémonos, vamos a descubrir qué es —ordenaron, mientras diferentes grupos comenzaban a moverse hacia Japón, creyendo que un artefacto de gran poder estaba emergiendo.
Mientras tanto, dentro del laboratorio, Ian sentía la energía del cristal de alma fluir en su cuerpo. La cantidad de poder era abrumadora. Aunque el sistema había implementado medidas para evitar que el fragmento lo sobrecargara, Ian sabía que no podía absorber toda su energía de una sola vez. La mayor parte del poder se desbordó, extendiéndose más allá de su control.
Esa energía liberada comenzó a propagarse por la Tierra, afectando el entorno de formas inesperadas. Animales cercanos comenzaron a mutar, desarrollando habilidades y creciendo en tamaño y fuerza de manera alarmante. Las plantas también se vieron afectadas, algunas transformándose en verdaderos tesoros naturales, mientras que otras mutaron en plantas carnívoras que ahora representaban una amenaza para cualquier ser viviente.
En medio de todo este caos, algo aún más extraño ocurrió: en un lugar oculto, se abrió un portal hacia un mundo desconocido. Su aparición fue discreta, lejos de la atención de Ian, quien estaba demasiado concentrado en procesar los cambios en su cuerpo y en su fuerza recién adquirida.
Cuando el proceso de absorción terminó, Ian se levantó lentamente. Su cuerpo temblaba de poder, y una sonrisa se formó en su rostro mientras verificaba sus nuevas capacidades.
—Es impresionante —dijo, evaluando cómo se sentía su nueva fuerza, totalmente renovada y amplificada.
Sin saberlo, el mundo había cambiado a su alrededor de formas que aún no comprendía. Las facciones poderosas estaban en camino a Japón, y los nuevos tesoros y peligros creados por la energía desbordada del cristal de alma aguardaban ser descubiertos.
Pero por ahora, Ian solo tenía una cosa en mente: probar su fuerza y seguir avanzando en su camino hacia el poder absoluto.
Ian llegó a la sala de entrenamiento del laboratorio con una mezcla de emoción y curiosidad. Había pasado por un proceso increíble al absorber parte del fragmento de cristal de alma, y ahora estaba listo para comprobar los resultados. Con un pensamiento rápido, llamó a su estado y lo revisó.
Cuando los números aparecieron ante sus ojos, Ian quedó en shock. Todo había duplicado su valor, excepto su nivel en el manual de fuerza física. La fuerza, la velocidad, la resistencia... todo en él se había incrementado de manera descomunal. El poder que sentía recorrer su cuerpo era abrumador, como si su potencial hubiera explotado de golpe.
Ian cerró los ojos por un momento, dejando que la sensación de poder lo recorriera por completo. Sentía cada fibra de su cuerpo vibrando con una energía que antes no podía siquiera imaginar. Incluso su percepción del mundo había cambiado drásticamente. Ahora podía ver y sentir la energía en el aire a su alrededor, algo que antes le era completamente ajeno.
Con una sonrisa, Ian supo que, si se encontraba de nuevo con el Ave de Trueno, ahora tendría una oportunidad real de enfrentarse a ella. Aunque sabía que ese ser era increíblemente poderoso, también comprendía que no era invencible. La confianza lo llenó, pero no lo cegó. Sabía que aún debía ser cauteloso.
Lo más impresionante no fue solo el incremento de su fuerza física. Su alma, tras la mejora que había experimentado, también había cambiado profundamente. Ahora tenía un poder espiritual mucho mayor, lo que significaba que podría capturar otras almas con mayor facilidad. Su capacidad de esclavizar almas había dado un salto gigantesco, y el sistema le había dado a entender que esto era solo el comienzo.
Sin embargo, Ian también sabía que aún quedaban muchos aspectos de este nuevo poder por descubrir. Se sentía como si apenas hubiera arañado la superficie de lo que ahora era capaz de hacer. Había adquirido una percepción más aguda, su mente estaba más clara, y su control sobre la energía a su alrededor era superior al de antes.
—Esto es increíble —murmuró para sí mismo, sintiendo que cada segundo que pasaba descubría algo nuevo en su propio ser.
Ahora, con el poder del fragmento de cristal de alma fluyendo por sus venas, Ian sabía que estaba más preparado que nunca para enfrentar los desafíos que el mundo le presentara.
Ian cerró los puños y sintió cómo la energía fluía a través de él como un torrente imparable. Había dado un gran paso hacia adelante en su camino hacia la grandeza, pero sabía que aún había mucho por recorrer.
Ian llamó a su estado para ver los cambios después de haber absorbido el fragmento de cristal de alma. Esto fue lo que apareció ante él:
- Fuerza: 210
- Agilidad: 118
- Constitución: 50
- Poder Mágico: 74
- Nivel de Cultivo del Manual de Fuerza Básica: 2
Ian se quedó impresionado al ver cómo sus atributos se habían incrementado enormemente. Aunque su nivel en el manual de fuerza básica no había cambiado, el resto de su estado mostraba un poder que nunca antes había poseído.