Ian sabía que no estaba preparado para enfrentar los peligros que aguardaban al otro lado del portal. Aunque la curiosidad lo tentaba, decidió que lo mejor sería esperar hasta ser lo suficientemente fuerte para enfrentarse a cualquier enemigo que pudiera encontrar allí. Tenía que estar preparado para cualquier eventualidad, y su poder actual aún no le daba la confianza necesaria para hacerlo.
Decidido, comenzó a recoger todo lo que consideraba valioso en su entorno. Su espacio de almacenamiento tenía una capacidad de 5 metros cúbicos, y lo llenó rápidamente con núcleos de energía, ingredientes para pociones, y los pocos tesoros que había logrado encontrar en la fortaleza de los goblins. Para todo lo que no cabía en su almacenamiento, compró una mochila a través del sistema. La mochila era grande, resistente y lo suficientemente espaciosa para llevar todo lo que sobraba. Ian la llenó con objetos adicionales, asegurándose de no dejar nada útil detrás.
Una vez que terminó de empacar, su atención se dirigió a los cadáveres de los goblins que había matado durante la batalla anterior. No podía desperdiciar la oportunidad de esclavizar algunas almas más para que le sirvieran en sus futuras batallas. Aunque el alma del Brujo Tarek era una adquisición invaluable, Ian sabía que tener más guerreros a su disposición le daría una ventaja significativa.
Se adentró en la fortaleza, buscando los cuerpos de los magos y guerreros goblins que habían caído en la batalla. Se movía con cautela, asegurándose de no pasar por alto ningún cadáver. Mientras avanzaba, comenzó a invocar la habilidad de Control del Alma, preparándose para esclavizar las almas de los goblins que aún poseían poder.
Primera Captura: El primer cadáver que encontró fue el de un guerrero goblin. Su cuerpo estaba destrozado, pero su alma permanecía cerca, flotando en un estado de confusión. Ian extendió su mano, sintiendo el poder de la habilidad fluir a través de él. Un destello de energía oscura envolvió el alma del guerrero goblin, y tras unos momentos de resistencia, quedó atrapada bajo su control.
Segunda Captura: Ian continuó buscando, y pronto encontró el cuerpo de un mago goblin. Aunque había sido un enemigo formidable, su alma era vulnerable sin su cuerpo. Una vez más, Ian utilizó su habilidad para esclavizarla, añadiendo un nuevo servidor a su creciente colección.
A medida que capturaba más almas, Ian sintió cómo su poder aumentaba ligeramente. Cada alma esclavizada le daba una mayor confianza en sus habilidades y en su capacidad para enfrentar desafíos mayores. Cuando terminó, se encontró con un pequeño ejército de almas a su disposición: el Brujo Tarek, la Reina Avispa, el Guardián Avispa, el Mono, y ahora los nuevos goblins.
Con sus preparativos listos y sus nuevas adquisiciones bajo su mando, Ian estaba listo para continuar su aventura. Sabía que debía volverse más fuerte antes de considerar entrar en el portal, pero con su creciente poder y los nuevos esclavos a su disposición, sentía que el camino hacia su objetivo estaba cada vez más cerca.
Ian continuó su búsqueda meticulosa entre los cadáveres esparcidos por la fortaleza goblin. Cada vez que encontraba un cuerpo, sentía la presencia de sus almas cerca, lo cual lo llenaba de una mezcla de emoción y poder. Sin embargo, sabía que no todas las almas que capturara serían tan valiosas como la del Brujo Tarek.
Después de horas de trabajo, Ian logró recolectar un total de 8 almas de magos goblins y 12 de guerreros goblins. Aunque las almas de estos magos podían lanzar hechizos, notó inmediatamente que no tenían la misma fuerza espiritual que el Brujo Tarek. A diferencia de Tarek, estos magos goblins no conservaban todos sus recuerdos ni la sabiduría que poseían en vida. Eran más básicos en su entendimiento, sus capacidades limitadas a las órdenes que Ian les diera. Los hechizos que podían lanzar eran simples, sin la sofisticación o el poder que caracterizaba a un verdadero mago avanzado.
Las almas de los guerreros goblins, aunque numerosas, también eran más débiles. Eran útiles en combate cuerpo a cuerpo, pero carecían de la agilidad y la astucia que había visto en vida. Aun así, Ian sabía que, en cantidad, estos esclavos de almas podrían ser una fuerza poderosa bajo su mando, una barrera entre él y cualquier enemigo que intentara atacarlo.
Aunque las nuevas almas no eran tan excepcionales como la de Tarek, Ian estaba satisfecho con su trabajo. Había reforzado significativamente su arsenal de guerreros y magos, incluso si no todos eran tan formidables como esperaba. Con estos nuevos recursos a su disposición, se sentía más seguro y preparado para cualquier desafío que pudiera enfrentar en el futuro.
Con las almas aseguradas y sus planes establecidos, Ian estaba listo para dar el siguiente paso en su camino. Sabía que aún tenía mucho que aprender y que su poder necesitaba crecer aún más, pero con cada alma esclavizada, se acercaba un poco más a convertirse en la fuerza imparable que aspiraba ser.
Después de haber recolectado las almas de los magos y guerreros goblins, Ian decidió que era el momento de planear su próximo movimiento. Con Tarek, el Brujo goblin, ahora bajo su control, sabía que tenía un recurso invaluable a su disposición, especialmente en lo que respecta a la creación de pociones. Sin embargo, había una cuestión importante que debía resolver.
Ian se dirigió a Tarek, quien aguardaba pacientemente en su forma espiritual. "Tarek, necesito que prepares más pociones. Las que hiciste antes fueron útiles, pero siento que mi cuerpo se ha acostumbrado a ellas. Necesito algo más potente, algo que realmente me haga más fuerte."
El alma del Brujo se inclinó respetuosamente ante Ian antes de responder con una voz calmada y conocedora. "Maestro, la razón por la cual las pociones anteriores ya no tienen efecto en usted es porque su cuerpo ha ganado inmunidad a los ingredientes que usé. Para crear pociones que le otorguen más poder, necesitaré ingredientes mucho más fuertes y raros."
Ian asintió, comprendiendo la situación. "¿Qué clase de ingredientes necesitas?"
"Ingredientes que provienen de criaturas más poderosas o de plantas que crecen en lugares donde la energía mágica es excepcionalmente densa," explicó Tarek. "En este mundo, tales ingredientes no son comunes. Tendremos que aventurarnos más lejos, quizás hacia el corazón del bosque o incluso a otros planos, para encontrar lo que necesitamos. Sin estos ingredientes, las pociones no tendrán efecto en usted, ya que su cuerpo se ha vuelto demasiado resistente."
Ian reflexionó sobre las palabras de Tarek. Sabía que aventurarse en la búsqueda de estos ingredientes sería peligroso, pero también necesario si quería continuar fortaleciendo su cuerpo y habilidades. La inmunidad que había ganado al consumir las pociones anteriores era tanto una bendición como un obstáculo, y ahora más que nunca, debía planificar cuidadosamente sus próximos movimientos.
Con esta nueva información en mente, Ian decidió regresar a su refugio. Aún necesitaba tiempo para descansar y pensar en su siguiente paso. Además, con la noche acercándose, no quería arriesgarse a ser atrapado en terreno hostil sin estar completamente preparado.
De regreso en su refugio, Ian se acomodó, rodeado por sus esclavos de almas, y comenzó a idear un plan para obtener los ingredientes necesarios. Sabía que este sería un desafío mayor, pero estaba dispuesto a enfrentarlo. Después de todo, en su búsqueda de poder, no podía permitirse quedarse estancado. Con Tarek a su lado, Ian se sintió seguro de que, sin importar los obstáculos, encontraría lo que necesitaba para seguir avanzando.
Ian desplegó el mapa improvisado que había estado elaborando durante sus exploraciones. Cada marca y anotación en el viejo pergamino representaba un rincón del bosque que había explorado, peligros que había evitado y zonas que aún quedaban por descubrir. Sabía que si quería obtener ingredientes más poderosos para las nuevas pociones que necesitaba, tendría que aventurarse en lo más profundo del bosque, donde las criaturas más letales acechaban y la energía mágica era más densa.
A su lado, Tarek, el Brujo goblin en su forma espectral, observaba mientras Ian analizaba el mapa. Aunque Ian estaba concentrado, sabía que necesitaría de todos sus esclavos del alma para esta misión. No se trataba solo de recolectar plantas y cazar bestias mágicas; se trataba de sobrevivir en un territorio donde cualquier paso en falso podría costarle la vida.
"Tarek," dijo Ian, sin apartar la vista del mapa, "quiero que me digas todo lo que sabes sobre las profundidades del bosque. ¿Qué clase de criaturas y plantas raras podríamos encontrar allí?"
El alma del brujo goblin se inclinó en señal de respeto antes de hablar. "Maestro, en lo profundo del bosque habitan bestias mucho más poderosas que los goblins. Algunas tienen la capacidad de manipular la energía mágica a su alrededor, y otras son plantas carnívoras que se alimentan de la fuerza vital de los incautos. Sin embargo, también hay recursos valiosos: flores que florecen bajo la luz de la luna, setas que solo crecen en la oscuridad más absoluta y otras plantas alimentadas por la energía mágica del suelo."
Ian asintió, evaluando la información. "Entonces, buscaremos principalmente esas plantas raras y, si es posible, cazaremos bestias mágicas para recolectar sus partes. Todo podría ser útil para las pociones."
"Sí, maestro," respondió Tarek. "Debemos ser cuidadosos, especialmente durante la noche. Algunas de estas plantas solo pueden recolectarse en la oscuridad, pero eso también es cuando las criaturas más peligrosas cazan. No obstante, llevar a todos los esclavos del alma aumentará nuestras posibilidades de éxito."
Ian sabía que Tarek tenía razón. Para esta misión, necesitaba la ayuda de todos sus esclavos del alma: el lobo con su velocidad y ferocidad; el mono, con su agilidad y capacidad para moverse entre los árboles; y, por supuesto, la reina avispa y su guardián, ambos capaces de volar y atacar desde el aire con su veneno ácido.
"No dejaremos a nadie atrás," dijo Ian, trazando un plan en su mente. "La reina avispa y su guardián vigilarán desde el aire, asegurándose de que el área esté despejada y señalando cualquier peligro que se acerque. El lobo y el mono irán al frente, explorando el terreno y buscando ingredientes, mientras yo me encargaré de cualquier amenaza que aparezca con el apoyo de Tarek."
Tarek asintió, satisfecho con el plan. "Es una estrategia sabia, maestro. Con todos sus esclavos del alma a su lado, incluso los peligros más grandes del bosque serán más manejables."
Ian comenzó a prepararse para la misión. Organizó sus suministros, comprobó su equipo y se aseguró de que todos sus esclavos del alma estuvieran listos para la expedición. Sabía que la misión sería peligrosa, pero también que era necesaria. Si quería continuar fortaleciéndose y dominando el poder mágico, necesitaría esos ingredientes raros.
Cuando la noche cayó, Ian se levantó, sintiéndose preparado. Con todos sus esclavos del alma a su lado, se adentrarían en las profundidades del bosque, enfrentando lo que fuera necesario para obtener los recursos que los llevarían un paso más cerca de sus metas.